Saturday, January 18, 2014
Sunday, January 12, 2014
Una prosa callejera
"Todas esas ciudades son más bien una excusa para que B. pueda practicar una prosa callejera que inmediatamente queda emparentada con
esa tradición española que va de Baroja a Trapiello pasando por Gómez de la
Serna, Solana, González Ruano, Pla o Umbral. Enemigo declarado del "arte
por el arte" (según él, "una de las cualidades imprescindibles del
verdadero gran arte es no pretender serlo": p. 219), B. se acoge a la
actitud general de esos escritores, que, más que sorprenderse ante lo que iban
encontrando, tendían a encogerse de hombros y seguir deambulando tras, eso sí,
tomar buena nota. Una actitud algo desapasionada e incluso misantrópica [...]"
(Juan Marqués, "El mundo de E.B.", Revista Clarín, nº 108)  
(NY, diciembre 2013)
Tuesday, January 07, 2014
Lo real absoluto
"Cuando consideramos 
el drama de  la ciencia moderna que descubre sus límites racionales 
hasta en lo absoluto  matemático; cuando vemos, en la física, que dos 
grandes doctrinas fundamentales  plantean, una, un principio general de 
relatividad, otra, un principio “cuántico”  de incertidumbre y de 
indeterminismo que limitaría para siempre la exactitud  misma de las 
medidas físicas; cuando hemos oído que el más grande innovador  
científico de este siglo, iniciador de la cosmología moderna y garante 
de la  más vasta síntesis intelectual en términos de ecuaciones, 
invocaba la intuición  para que socorriese a lo racional y proclamaba 
que “la imaginación es el  verdadero terreno de la germinación 
científica”, y hasta reclamaba para el  científico los beneficios de una
 verdadera “visión artística”, ¿no tenemos  derecho a considerar que el 
instrumento poético es tan legítimo como el  instrumento lógico? 
                
En verdad, toda 
creación del espíritu  es, ante todo, “poética”, en el sentido propio de
 la palabra. Y en la  equivalencia de las formas sensibles y 
espirituales, inicialmente se ejerce una  misma función para la empresa 
del sabio y para la del poeta. Entre el  pensamiento discursivo y la 
elipse poética, ¿cuál de los dos va o viene de más lejos?  Y de esa 
noche original en que andan a tientas dos ciegos de nacimiento, el uno  
equipado con el instrumental científico, el otro asistido solamente por 
las  fulguraciones de la intuición, ¿cuál es el que sale a flote más 
pronto y más cargado  de breve fosforescencia? Poco importa la 
respuesta. El misterio es común. Y la  gran aventura del espíritu 
poético no es inferior en nada a las grandes  entradas dramáticas de la 
ciencia moderna. Algunos astrónomos han podido perder  el juicio ante la
 teoría de un universo en expansión; no hay menos expansión en  el 
infinito moral del hombre: ese universo. Por lejos que la ciencia haga 
retroceder  sus fronteras, en toda la extensión del arco de esas 
fronteras se oirá correr  todavía la jauría cazadora del poeta. Pues si 
la poesía no es, como se ha dicho,  “lo real absoluto”, es por cierto la
 codicia más cercana y la más cercana  aprehensión en ese límite extremo
 de complicidad en que lo real en el poema parece  informarse a sí 
mismo." 
(Saint John Perse, extractos de su discurso al recibir el Premio Nobel de Literatura, 1960)
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