
Hojeo el regalazo que me han hecho los amigos del Bremen: un libro con todos los relatos que hemos ido escribiendo desde octubre hasta ahora. El resultado es impresionante: doscientas y pico páginas de buena literatura, con momentos geniales. David, el editor, se lo ha currado.
Ayer fue una noche muy emocionante -y emocionada- en la cueva. Supongo que mi despedida era más bien un hasta luego.