Friday, February 22, 2013

Medio hombre, medio cerdo


La poeta Marcela Iacub, sobre Dominique Strauss-Kahn: "Es un artista de las alcantarillas, un poeta de la abyección y de la suciedad". "El hombre es horrible, el cochino es maravilloso, pese a ser un cochino, es decir, un ser intratable". "Nunca he dejado de verte como un cerdo malvado y es porque eres un cerdo que me enamoré de ti". "Mezquino, machista, vulgar, encadenado de manera servil a su esposa, Anne Sinclair, que financió toda su carrera política por su propia ambición personal". "Está convencida de que ella y su marido pertenecen a la casta de los dueños del mundo, para ella el mundo se divide entre señores y sirvientes, entre dominadores y dominados, como si viviéramos en el Antiguo Régimen".

Monday, February 11, 2013

Patiendo et orando

"Bene conscius sum hoc munus secundum suam essentiam spiritualem non solum agendo etloquendo exsequi debere, sed non minus patiendo et orando. Attamen in mundo nostri temporisrapidis mutationibus subiecto et quaestionibus magni ponderis pro vita fidei perturbato ad navemSancti Petri gubernandam et ad annuntiandum Evangelium etiam vigor quidam corporis etanimae necessarius est, qui ultimis mensibus in me modo tali minuitur, ut incapacitatem  meamad ministerium mihi commissum bene  administrandum agnoscere debeam. Quapropter beneconscius ponderis huius actus plena libertate declaro me ministerio Episcopi Romae, SuccessorisSancti Petri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis MMV commissum renuntiare  ita ut adie 28 februarii MMXIII, hora 29, sedes Romae, sedes Sancti Petri vacet et Conclave  adeligendum novum Summum Pontificem ab his quibus competit convocandum esse.
Fratres carissimi, ex toto corde gratias ago vobis pro omni amore et labore, quo mecumpondus ministerii mei portastis et veniam peto pro omnibus defectibus meis. Nunc autemSanctam Dei Ecclesiam curae Summi eius Pastoris, Domini nostri Iesu Christi confidimussanctamque eius Matrem Mariam imploramus, ut patribus Cardinalibus in eligendo novo SummoPontifice materna sua bonitate assistat. Quod ad me attinet etiam in futuro vita orationi dedicataSanctae Ecclesiae Dei toto ex corde servire velim. Ex Aedibus Vaticanis, die 10 mensis februarii MMXIII".
(BENEDICTUS PP XVI)

Saturday, February 09, 2013

Super 8 mm



Hay algo en el color del Super 8, como en las Polaroids, que da más sensación de tiempo.

Saturday, February 02, 2013

Vincerò!!!, o las epifanías madridistas

A diez minutos del final, cuando el Madrid marcó, se produjo una de esas experiencias increíbles, epifánicas, de locura, que sólo el Bernabéu puede propiciar: por su arquitectura, por el efecto embudo de sus gradas, por el envoltorio espacial, por la pasión desatada de sus gentes.
Las remontadas épicas. 
Es ese momento blanco del Vincerò!!, de la epifanía madridista, de la iluminación profana, de la revelación absoluta que provoca una euforia sin límites. En esos trances del espíritu lo lógico sería meter diez goles en cinco minutos. Ahí todo es posible.

A Jabois, madridista de pro, que me hizo un estupendo regalo de Reyes. 

Saturday, January 26, 2013

Lo que no tiene fin


Fue una tarde estupenda en La Central de Callao, imposible de olvidar. La generosidad de un grande con un desconocido: 
"Baltar ha escrito un libro completo, pero por suerte para nosotros, sus lectores, inconcluso. Le quedan muchas ciudades desconocidas que contar, mucho que contar de las que ya conoce. Pues ese, sí, es el secreto de toda ciudad, indescifrable por más que viviéramos en ella mil años. Contar ese secreto es la más noble de todas las tareas, porque no tiene fin".
Hemeroflexia: Lo que no tiene fin.




Muchas gracias a los que vinisteis.

Friday, January 04, 2013

Biblioteca en llamas

A partir de ahora, internet va a ser mucho mejor: los vagabundeos bibliófilos de Juan Bonilla en Biblioteca en llamas. Nos llenará la estantería con joyas y la cabeza con lecturas pendientes. Estamos perdidos...
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Londres: once lugares donde ser feliz, en Jot Down.


Monday, December 31, 2012

Monday, December 24, 2012

Un punto de vista andante

Anota nombres de calles, describe en pequeños retazos esa vida que aparece ante sus ojos. Sus ciudades son, por supuesto, estados de ánimo. Una vida sostenida en la emoción. Es un 'perro callejero' curioso, sensible, también con esa inocencia escrutadora del niño.
La lectura de un amigo: El perseverante deseo de ser piel roja.

Monday, December 17, 2012

La demasiada facilidad

"Se muere con demasiada facilidad. Morir debería ser mucho más difícil" (Elias Canetti, El libro de los muertos).
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Un minuto de silencio en el estadio. Todo el mundo de pie. La melodía emotiva. Ochenta mil nudos en las ochenta mil gargantas. Unidos en la tragedia. Cada uno piensa en sus muertos.
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La ausencia es una presencia permanente. Los cuerpos vivos se desplazan, se mueven, vienen y van, se ocultan a nuestra vista. Tan pronto se muestran como desaparecen. En cambio, los muertos van con uno a todos lados, nos acompañan en todo momento, nunca desaparecen. La ausencia está siempre presente. Su lugar es la memoria.   
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La matanza de Newtown: la insultante rapidez, la demasiada facilidad.
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"Fue como si en aquellos últimos minutos resumiera la lección que su larga carrera de maldad nos ha enseñado, la lección de la terrible banalidad del mal, ante la que las palabras y el pensamiento se sienten impotentes" (Hannah Arendt, Eichmann en Jerusalén).

Monday, December 10, 2012

Buñuel en blanco y negro

Una monja cayendo al vacío por el hueco de un ascensor. Un leproso que baila el Mesías de Händel disfrazado de novia. Una niña arrastrando una sábana blanca por la calle vacía de un pueblo mejicano. Un maniquí deshaciéndose en un horno. Una mano cortada deslizándose por la alfombra. El guardabosques que dispara a su hijo porque le ha tirado un cigarrillo al suelo. La vieja pregonera de la muerte agitando una campanilla por la noche. La kilométrica monda de manzana que pela una mujer subida a una columna. Hormigas surgiendo de la palma de una mano. El marido celoso que mete una aguja por el ojo de la cerradura para cegar al supuesto mirón. La mujer con el dedo vendado de tanto masturbarse. Un grupo de amigos cenando en el escenario de un teatro. En mitad del desierto, una colegiala que juega al aro se convierte en una anciana desnuda de carnes colgadizas. A través de las ventanas de un autobús, bajo la lluvia, una pareja se abraza en lo alto de un desfiladero. La cabeza reducida de un indígena en la orilla de la playa. La mano sin dedos que acaricia un rostro. Un abeto incendiado cayendo por la ventana, seguido de un arzobispo, un caballete, una jirafa... Etcétera. 
Si el siglo XX fue, como dicen los semiólogos, el Siglo de la Imagen, Buñuel debería figurar como uno de los creadores de imágenes más fascinantes y geniales que han existido. Pocos como él han conseguido hacer del cine un instrumento de poesía tan poderoso, hipnótico e impactante. En una conferencia que impartió en 1958 en la Universidad de México -titulada, precisamente, “El cine, instrumento de poesía”-, Buñuel dijo: “El cine es un arma maravillosa y peligrosa si la maneja un espíritu libre. Es el mejor instrumento para expresar el mundo de los sueños, de las emociones, del instinto… El cine parece haberse inventado para expresar la vida subconsciente, que tan profundamente penetra por sus raíces”. La imagen inaugural (y más famosa) de su filmografía provenía, cómo no, de un sueño: una cuchilla de afeitar rasgando el globo de un ojo. 



Friday, December 07, 2012

Rien que les heures (1926)



Un día en la vida de París. Al igual que haría un año después Walter Ruttmann en Berlín, Alberto Cavalcanti (1897-1982) quiso resumir las 24 horas de una ciudad en un cortometraje de 45 minutos.

Friday, November 23, 2012

Día de perros

Hace frío, sopla el viento, corre la niebla baja, amenaza lluvia. Tanto tiempo sin escribir, sin actualizar, sin postear; tanto trabajo absorbente, alienante. A veces venían las ideas (desde luego muchas citas y enlaces, que no requieren esfuerzo), pero al final se iban como venían, flotando por el aire, sin dejar huella. Ya nadie las recuerda. No había fuerzas, ni ganas, ni voluntad. Quizá el blog, como la escritura, sea sobre todo una costumbre, un hábito. También, en cierto modo, un estado de ánimo. En fin, haremos un esfuerzo para encontrar el hueco, la tregua, en medio de la barojiana (pseudonietzscheana, pseudodarwiniana) lucha por la vida.
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Todo apunta a que el perro Risitas (también llamado Patán o Pulgoso) tenía asma alérgica.
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Esa evidencia que los científicos no podrán explicar nunca: por qué los perros se parecen a sus dueños.
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La mayoría de los dueños de gatos que conozco odian a los perros. Se ríen de ellos, dicen que son tontos.
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“El perro sabe, pero no sabe que sabe” (Pierre Teilhard de Chardin). "Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro" (Franz Kafka). "El perro es el único ser que te quiere más que tú mismo” (Fritz Von Unruch). “El perro ha hecho del hombre su Dios, si el perro fuera ateo sería perfecto” (Paul Valéry). El perro es un caballero. Espero llegar a su paraíso, y no al del hombre” (Mark Twain). “En algún lugar bajo la lluvia, siempre habrá un perro abandonado que me impedirá ser feliz” (Aldous Huxley).
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Conclusión: Kafka, como Proust, tiene frases para todo.

Saturday, October 13, 2012

El gesto filosófico de Gilles Pardo o José Luis Deleuze

Desde que en 2005 recibiera el Premio Nacional de Ensayo por La regla del juego, uno de los libros de filosofía más interesantes de los últimos años, José Luis Pardo ha demostrado de manera constante en sus ensayos y artículos —reunidos en los volúmenes Esto no es música (2007), Nunca fue tan hermosa la basura (2010) y Estética de lo peor (2011)— que tiene una habilidad especial para caminar con solvencia por el alambre de funámbulo en el que se mueve la filosofía (siempre al borde del abismo, dada su condición problemática e incluso aporética), sabiendo conjugar la dimensión didáctica del pensamiento con su vertiente más creativa. Enfrentada conscientemente a una pregunta fundamental (“¿cómo escribir un libro de filosofía hoy?”), la obra de Pardo se puede leer —tanto en la forma como en el contenido— como una consecución milagrosa del “más difícil todavía”:
— Escribe con un cuidado estilo literario sin perder profundidad filosófica. A su vez, mantiene el rigor conceptual sin caer en el tecnicismo académico, que suele quedar “inutilizado para la vida” por el abuso del vocabulario especializado.
— Sostiene un diálogo permanente con los principales pensadores de la historia de la filosofía, tanto antiguos como contemporáneos, pero no para quedarse en ellos sino para pensar con ellos y desde ellos los problemas fundamentales que a todos nos incumben.
— Vuelve la mirada hacia el mundo, hacia la sociedad, y busca el enfoque práctico, pero sin caer en esa divulgación mostrenca que tantas veces degenera en manual de autoayuda. Se dirige a un público general, no especializado, pero le exige el esfuerzo y la concentración que son necesarios para adentrarse en las cuestiones filosóficas.
— Suele tomar la literatura y el arte como punto de partida para la reflexión, pero no se queda en mera crítica literaria o comentario de obras artísticas sino que hace fructificar esa lectura estética en un análisis pertinente sobre nuestro tiempo.
— Muestra un evidente interés por la cultura popular, pero elude las posiciones extremas de apocalípticos e integrados. En este sentido, destaca su constante reivindicación de la música pop y, más en concreto, de los Beatles. Seguramente Pardo es el primer filósofo que ha elevado las figuras de Lennon y McCartney a categoría epistemológica.
— Analiza de manera original problemas y conceptos que entrañan gran dificultad, y suele tener a mano un ejemplo aclaratorio o un símil brillante para desatascar las cuestiones más farragosas.
— Es capaz de reinterpretar a los clásicos, empezando por los inevitables Platón y Aristóteles, con una lectura sugerente, iluminadora, un enfoque novedoso, que nos permite comprenderlos mejor y los dota de nueva vida al contacto con el presente.
Todo esto hace de José Luis Pardo, catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, un caso singular en el panorama filosófico español.

Tuesday, October 02, 2012

La satisfacción ferroviaria

"Cojo, como siempre, en la estación de Francia, el tren correo de las primeras horas de la tarde. Esta estación es desordenada e infecta. Hay una larga cola ante la ventanilla. Mucha gente, mucho calor. A veces la brisa del mar, húmeda, nos llena la nariz de la tufarada que exhalan las meadas de los caballos de los coches de punto, de los simones y de los ómnibus que hacen el servicio de la estación. [...]
Finalmente el tren se pone en marcha y como la gente, cosa rara, ha aceptado unánimemente la apertura de las ventanas, pasa un aire agradabilísimo. [...] El viaje es monótono. El tren se para en todas las estaciones. La gente baja y sube. Se oyen los toques de las campanillas. En cada estación el tintineo es diferente. Los pitidos de las máquinas. Mirándolo bien, son una cosa bastante absurda estos pitidos. Ayudan a pasar la tarde. Algo hay que hacer. Leer es muy difícil, el meneo de los vagones hace mover demasiado las letras y se hace difícil entender lo que se lee. Los viajes que hasta ahora he hecho en tren me han hecho comprender que hay una cantidad de gente a la que le gusta, que una vez sentada en los bancos -más bien incómodos- de los vagones les sale a la cara y a todo el cuerpo algo que podríamos llamar la satisfacción ferroviaria".
(Josep Pla, El cuaderno gris)

 

Tuesday, September 18, 2012

Las muchas venecias: imágenes y párrafos

Conviene ir probando distintas variantes de transportes, horarios y accesos de llegada, cerrando los círculos abiertos por la posibilidad: permutaciones de la experiencia en una ciudad solo idéntica a sí misma. Cada tentativa modifica los contornos de la quimera, inaugura sus cimientos y reformula sus acabados. Porque Venecia es un lugar irreal, la representación de un sueño —más que dilatado, antiguo—, el reflejo de una realidad que se esfuma, que siempre está escapándose de entre los dedos. La metáfora más exacta se ofrece sin vacilación al visitante: laberinto de espejismos.
Quizá lo más prudente sería no escribir ya más de Venecia. No ensuciar con más tinta las aguas de sus canales, suficientemente anegados por la literatura. Se ha dicho demasiado ya. Se ha inflado en exceso la Idea, encumbrada hasta el delirio por esnobs, estetas y turistas, a menudo reunidos en la misma persona. Y todos los que llegan, como es natural (“no voy a ser menos”), quieren participar de ese banquete sublime de la Belleza, reconocerse en su excelsitud, como un espejo que —solo por el deseo de compartir su secreto— nos devolviese una imagen mejorada de nosotros mismos. Sería absurdo tratar de dar muerte al hechizo, para qué buscarle las cosquillas al difunto, imposible poner nerviosa a La Serenísima. Por muchas precauciones que tomemos, caeremos sin remedio en las redes de su encanto. El paisaje veneciano, hermético o impúdico o en suspenso, sigue invitando a la celebración.
Para mí Venecia se resume en el lamento de la cuerda de amarre, que se retuerce y cruje, como una tabla de madera, al atracar momentáneamente el vaporetto en los hierros de la estación flotante. Es un instante preñado de eternidad, un instante que lo significa todo. No se necesita más.