Tuesday, June 28, 2011

"Irse a Madrid", de Manuel Jabois

Desde que me llegó al buzón el libro no he parado de reírme: en el sofá, junto a la piscina, en el autobús, hasta en el hospital… Lo que yo echaba de menos en su novela aquí rebosa desde la primera página: su personalísimo sentido del humor.
En Irse a Madrid y otras columnas Manuel Jabois ha reunido un buen número (casi 200 págs.) de sus artículos. Están, por un lado, los textos de su columna en Frontera D, una lección magistral sobre cómo elevar la autoparodia a una de las bellas artes: sirva de ejemplo esa maravilla titulada "Morir en Caneliñas". También encontramos algunos de sus artículos del Diario de Pontevedra, más informativos y/o periodísticos, con preferencia por los personajes curiosos de la actualidad, la política gallega y el fútbol universal, como esta joya sobre Ronaldo.
Y como es un todoterreno de la prosa periodística y de los géneros (sus entrevistas me parecen especialmente logradas), ahora también descarga sus pregones en Jot Down.
Jabois, moderno provinciano con ADSL (leído en toda la Península), acaricia las teclas del ordenador como un piano de prosa que va desparramando su música, pues el escritor fácil escribe como mea. Con el tiempo su estilo ha sabido ir despojándose de adornos y, quizás bajo la mirada protectora del patrón Solana, ha ganado en sobriedad y contundencia. La gracia y la inteligencia venían ya de fábrica.

Una de las cosas que más me gustan de la escritura de Jabois son esas frases escuetas que condensan toda la ironía y el escepticismo de la calle, esa sabiduría descreída que suele dar en el clavo con la mayor concisión: "Yo me hice periodista porque no quedaba otra", “No lo abro por el qué dirán”, “era un poco mi guerra”, “lo vi marcharse con la libreta bajo el brazo, alma de Dios”, “que ya eran ganas de enredar”, “Era oficial: me había cubierto de gloria”, “que tampoco era cosa de andarse con confianzas”, “Fue, la verdad, montarla por montarla”… En ellas lo coloquial se funde con lo mejor de la literatura, como en un Twitter inspirado.

El título del libro hace referencia a la tabarra que le dan en Pontevedra desde que empezó en esto de juntar letras, pues consideran que para no desperdiciar tanto talento y dar un impulso a su carrera tiene que venirse a Madrid. No sé, al menos mientras no sea fichado como un galáctico por alguno de los grandes grupos de la capital del reino, yo casi prefiero seguir viéndolo feliz subiéndose a las mesas de la Verdura para contar chistes malos con el segundo gin tonic en la mano y poniendo vocecitas con el globo de helio. Aquí la vida es más dura y las copas mucho más caras.
Ya no hace falta insistir en lo mismo porque lo que algunos sabíamos hace años ahora es sabido por muchos (de ahí el éxito de su blog, que se ha vuelto inhabitable): estamos ante una de las mejores prosas del periodismo español. Así que esta vez no aconsejo ni recomiendo: os impelo-exhorto-conmino (sólo me salen verbos pedantes) a que compréis el libro de Jabois. Me lo agradeceréis más que nunca. No dejaréis de reír... incluso en los días de tristeza.

Sunday, June 26, 2011

Blas, tengo sed!!!

El diálogo más repetido en casa (de gran calado intelectual) es:
-Tengo sed.
-Pues bebe.
No sé qué me pasa, que aunque beba litros y litros de agua, cerveza, tinto de verano, gazpacho y cocacola (más o menos por ese orden) no dejo de tener sed a todas horas del día. Mi boca, mi garganta, están permanentemente secas. Qué sed tengo, Blas. Tengo sed. Qué sed tengo... Sí, soy más cansino que Epi.
La Esfinge, que tiene menos paciencia que el Santo Job, o que el Santo Blas, está ya harta de mi sed. Más que de mi sed, está cansada de mi persistente queja por la sed. Dice que cuando uno tiene sed bebe y ya está, que no dice nada. Que me calle y beba. Que no hace falta martirizar al personal con la sed propia, como en aquellos muñecos naranja y limón de Barrio Sésamo, que tenían los nombres claramente al revés (para que encajasen con las iniciales del original inglés: Ernie & Bert), pues por lógica Epi debería ser el alargado y Blas el redondo. Y lo peor es que nunca llega para mí ese momento cumbre en el que, después de saciar su sed, Epi exclama: "¡¡¡Ay, Blas, qué sed... tennnííííaa!!!!".
Por cierto, que yo de pequeño decía: "Tengo ces". Así que todo encaja. No hay remedio. Mi sed y mi queja por la sed son inherentes a uno, inevitables.

Sólo lo he encontrado en inglés: "Am I Thiiiiiiiirrrrrsstyyyyyy!!!!!"


Saturday, June 25, 2011

Ceniza en la manga de un viejo (II)

Continúa el misterio de la novela fantasma -¿perdida, inexistente, pura ficción o juego?- de Cunqueiro: ya hablé aquí del tema.
Anoche pusieron en La 2 un documental bastante flojo sobre Cunqueiro dirigido por Antón Reixa con motivo del centenario del nacimiento del autor. Qué pena que las subvenciones públicas siempre acaben en manos de la misma gente sin talento... Aquí se puede ver. La mayoría de los participantes no dice más que obviedades o tonterías, sin aportar nada interesante, aunque sólo por los trozos en los que se leen sus textos o sale hablando el propio Cunqueiro merece la pena verlo.
Hacia el final del reportaje César Antonio Molina cuenta que la última vez que fue a visitar a Cunqueiro éste estaba volviendo a teclear en la máquina de escribir un libro cuyo original la editorial Destino había perdido, y no tenía copias... Quizás se trataba de Ceniza en la manga de un viejo. Pero el presentador del reportaje (que durante todo el rato da la sensación de estar leyendo el texto detrás de la cámara) dice que el libro no existe. Pero, claro, también dice que es uno de los títulos más hermosos de la literatura gallega (cosa cierta) sin añadir que se trata de un verso de T. S. Eliot, seguramente porque lo desconoce, así que no sabe uno de quién fiarse... Ante la mera posibilidad de que el libro esté traspapelado en algún cajón o desván de Destino, sólo nos queda pedir que alguien investigue un poco.
Aquí aparecen unas declaraciones de Cunqueiro en el Abc, 13 de julio de 1975, cinco años y medio antes de su muerte. Y en este artículo de El País de 27 de junio de 1979 se anunciaba la inminente publicación en castellano del libro.

Saturday, June 18, 2011

Tuesday, June 14, 2011

Life of Johnson

"Indeed I cannot conceive a more perfect mode of writing any man's life, than not only relating all the most important events of it in their order, but interweaving what he privately wrote, and said, and thought; by which mankind are enabled as it were to see him live, and to 'live o'er each scene' with him, as he actually advanced through the several stages of his life. Had his other friends been as diligent and ardent as I was, he might have been almost entirely preserved. As it is, I will venture to say that he will be seen in this work more completely than any man who has ever yet lived.
And he will be seen as he really was; for I profess to write, not his panegyrick, which must be all praise, but his Life; which, great and good as he was, must not be supposed to be entirely perfect. To be as he was, is indeed subject of panegyrick enough to any man in this state of being; but in every picture there should be shade as well as light, and when I delineate him without reserve, I do what he himself recommended, both by his precept and his example."
(Life of Johnson by James Boswell)