Saturday, June 25, 2011

Ceniza en la manga de un viejo (II)

Continúa el misterio de la novela fantasma -¿perdida, inexistente, pura ficción o juego?- de Cunqueiro: ya hablé aquí del tema.
Anoche pusieron en La 2 un documental bastante flojo sobre Cunqueiro dirigido por Antón Reixa con motivo del centenario del nacimiento del autor. Qué pena que las subvenciones públicas siempre acaben en manos de la misma gente sin talento... Aquí se puede ver. La mayoría de los participantes no dice más que obviedades o tonterías, sin aportar nada interesante, aunque sólo por los trozos en los que se leen sus textos o sale hablando el propio Cunqueiro merece la pena verlo.
Hacia el final del reportaje César Antonio Molina cuenta que la última vez que fue a visitar a Cunqueiro éste estaba volviendo a teclear en la máquina de escribir un libro cuyo original la editorial Destino había perdido, y no tenía copias... Quizás se trataba de Ceniza en la manga de un viejo. Pero el presentador del reportaje (que durante todo el rato da la sensación de estar leyendo el texto detrás de la cámara) dice que el libro no existe. Pero, claro, también dice que es uno de los títulos más hermosos de la literatura gallega (cosa cierta) sin añadir que se trata de un verso de T. S. Eliot, seguramente porque lo desconoce, así que no sabe uno de quién fiarse... Ante la mera posibilidad de que el libro esté traspapelado en algún cajón o desván de Destino, sólo nos queda pedir que alguien investigue un poco.
Aquí aparecen unas declaraciones de Cunqueiro en el Abc, 13 de julio de 1975, cinco años y medio antes de su muerte. Y en este artículo de El País de 27 de junio de 1979 se anunciaba la inminente publicación en castellano del libro.

1 comment:

Perkele Maljanne said...

Ceniza en la manga de un viejo es cuanto dejan al arder las rosas o todo acaba en el camposanto.

No suelo comentar allende mi bosque,pero en esta excepcional entrada,usted menciona dos de mis
filias literarias a la vez que le deaja un recado a Antón Reixa,una de mis fobias.
Demasiado bueno para dejarlo pasar.
No lo haré.

Hasta otra.