"Cojo, como siempre, en la estación
de Francia, el tren correo de las primeras horas de la tarde. Esta
estación es desordenada e infecta. Hay
una larga cola ante la ventanilla. Mucha gente, mucho calor. A veces la
brisa del mar, húmeda, nos llena la nariz de la tufarada que exhalan
las meadas de los caballos de los coches de punto, de los simones y de
los ómnibus que hacen el servicio de la estación. [...]
Finalmente el tren se pone en marcha y como la gente, cosa rara, ha aceptado unánimemente la apertura de las ventanas, pasa un aire agradabilísimo. [...] El viaje es monótono. El tren se para en todas las estaciones. La gente baja y sube. Se oyen los toques de las campanillas. En cada estación el tintineo es diferente. Los pitidos de las máquinas. Mirándolo bien, son una cosa bastante absurda estos pitidos. Ayudan a pasar la tarde. Algo hay que hacer. Leer es muy difícil, el meneo de los vagones hace mover demasiado las letras y se hace difícil entender lo que se lee. Los viajes que hasta ahora he hecho en tren me han hecho comprender que hay una cantidad de gente a la que le gusta, que una vez sentada en los bancos -más bien incómodos- de los vagones les sale a la cara y a todo el cuerpo algo que podríamos llamar la satisfacción ferroviaria".
(Josep Pla, El cuaderno gris)
Finalmente el tren se pone en marcha y como la gente, cosa rara, ha aceptado unánimemente la apertura de las ventanas, pasa un aire agradabilísimo. [...] El viaje es monótono. El tren se para en todas las estaciones. La gente baja y sube. Se oyen los toques de las campanillas. En cada estación el tintineo es diferente. Los pitidos de las máquinas. Mirándolo bien, son una cosa bastante absurda estos pitidos. Ayudan a pasar la tarde. Algo hay que hacer. Leer es muy difícil, el meneo de los vagones hace mover demasiado las letras y se hace difícil entender lo que se lee. Los viajes que hasta ahora he hecho en tren me han hecho comprender que hay una cantidad de gente a la que le gusta, que una vez sentada en los bancos -más bien incómodos- de los vagones les sale a la cara y a todo el cuerpo algo que podríamos llamar la satisfacción ferroviaria".
(Josep Pla, El cuaderno gris)
4 comments:
Ahí queda eso.
Un abrazo.
Hola, Porto. La boina fuera y saludando a cámara...
Un abrazo.
Grande, Pla, Grande.
Universal desde su pequeño país (el interior, me refiero, no quiero dar a entender nada sobre Cataluña). :-D
Abrazo,
J.
PD: A ver si te ve el pelo por el taller, amigo.
Sí, a ver si me paso pronto...
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