Tuesday, January 13, 2009

La serie de los unos, los ceros y los doses

Hace un tiempo Mabalot recomendó en su blog el blog de Hikikomori. Le eché un vistazo y no me dijo mucho, la verdad; sólo era publicidad de sus libros, o eso me pareció. También recomendó sus novelas (las de Alberto Olmos), pero todavía no he leído ninguna, porque se me acumulan las lecturas pendientes y cuando he ido a la biblioteca no he visto ningún libro suyo. Pero el otro día volví al blog de Hikikomori y empecé a leer la serie de los ceros, los unos y los doses. Me quedé impresionado. Fui leyendo hacia atrás, post tras post, y disfruté muchísimo. Tiene tanta fuerza el tío que hasta cuando se pasa un poco de verborreico-paranoico da gusto leerlo. Engancha. El caso es que cuesta dejar de leer su voz, supongo que tanto como a él dejar de escribir la suya propia. Pura adicción.
La cosa es así, en principio: se supone que Olmos está escribiendo una novela y en el blog se ha propuesto ir contando día a día cómo lo lleva. Y lo que le sale, esta serie de los unos, los ceros y los doses, es realmente buena, una pasada, quizás mucho mejor que la novela que está escribiendo. Lo estrictamente metaliterario no me parece lo más interesante (si ha escrito 5 o 20 páginas ese día me la suda bastante, igual que si está escuchando tal o cual canción), aunque algunas reflexiones sobre la escritura o los personajes o las novelas son muy buenas: "Escribir mal es escribir bien si el mal que escribes, si ese escribir malamente, expresa algo. A veces rompes una ventana y la ventana es más bonita", "Me fascina, sí, que uno pueda escribir siempre. Que se pueda escribir. Se puede escribir siempre, escribir por escribir. No sé", "el blog de Dios donde nuestros únicos comentarios tienen forma de lápida", etc.
Lo realmente interesante, creo yo, es asistir al propio proceso mental, las vueltas que da la cabeza, el vaivén del pensamiento, ver cómo se va desplegando ese mundo mental en la escritura. Supongo que me gusta leer sobre la realidad, y eso incluye también la realidad que está encerrada en la cabeza, que es otra realidad, u otra parte de la realidad: la realidad mental, digamos. Como texto puro, directo. Seguramente si estos flujos de pensamiento estuviesen insertados en una novela, camuflados entre descripciones, tramas y personajes, me aburrirían, me molestarían. Pero leerlo así, todo seguido, como un continuo, es una gozada. No es un pensamiento lógico, formal, abstracto, sino un pensamiento literario, con sus rítmicos zigzagueos a lo Thomas Bernhard. El impulso constante de ese pensamiento es la misma escritura. O sea, que escritura y pensamiento se funden. O algo así.
El planteamiento me parece perfecto: “Escribir todos los días, lo que sea, escribir por escribir, escribir para escribir, del mismo modo que vivo para vivir y vivo por vivir, sin mayor afán”. Lo difícil, por supuesto, es hacerlo tan bien.
Creo que de esa supuesta falta de pretensiones (tan barojiana) es de donde puede surgir, precisamente, la mejor literatura. Ya digo, os lo recomiendo: de lo mejor que hay ahora en blog. Yo creo que se debería publicar en libro.

6 comments:

La independiente said...

Hola Conde,
Alberto Olmos es el escritor tras "Lector mal-herido", ¿no?

Te lo pregunto porque me río mucho con sus críticas literarias. Tanto que me lo he leído prácticamente entero (a pesar de no compartir algunas de sus opiniones).

Un abrazote,
X.

Mabalot said...

Yo más bien recomendaba un libro de él. Su blog Hikkimori estaba un poco muerto. Pero ahora dejó el Lector-Malherido y empezó esta serie, que sí, que está muy pero que muy bien.

A señalar en el tío una actitud bastante sincera y valiente con esto de escribir. Donde casi todo es pose y sácame una foto con el libro, encontrar a alguien normal lo convierte en especial.

la luz tenue said...

Yo he leído de Alberto Olmos Trenes hacia Tokio y Tatami. No es uno de mis autores preferidos, pero hay que agradecerle que huya de los tópicos y de lo trillado, y ese humor bestia que a veces luce.

Me parece perfecto eso "de escribir todos los días, lo que sea, escribir por escribir..." Pero, claro, hay que llevarlo a cabo porque escribir, a veces, cansa, y mucho.

condonumbilical said...

Escribir por escribir = no decir nada.
Prefiero un libro que me marque para toda la vida, que 80 libros con filosofía "escribir por escribir" aunque estén cojonudamente escritos.

Yo leí hace poco una de Alberto Olmos, si te quieres poner de prosa hasta las trancas, adelante, si buscas algo más, no te lo recomiendo.

conde-duque said...

Buenas a todos.
Ya os diré cuando lea alguna de las novelas, pero las dos que dice Luz Tenue tienen buena pinta, cortitas y eso.

Cordón, ¿"Escribir por escribir = no decir nada"? No estoy para nada de acuerdo. Quizás el problema es que no entendemos lo mismo por "escribir por escribir".
Yo creo que de esa premisa puede salir cualquier cosa, desde un churro hasta una obra maestra, pero me parece que los grandes hallazgos salen más así, un poco a la buena de dios.
Por poner un ejemplo, a mí me dice mucho más (y me puede "marcar para toda la vida", como dices) un párrafo de Baroja, de esos que le salen así porque sí, porque se ha puesto a escribir y punto, porque ponerse a escribir es lo que hace todos los días, que una novela superplanificada y pensada de antemano que quiera reunir todos los grandes problemas de la humanidad.
Muchas de las cosas que más me gustan salen así, como sin quererlo. Uno mira por la ventana y lo cuenta. Eso es lo que me gusta, si el que lo cuenta sabe contarlo.
Y el exceso de pretensiones suele ser contraproducente. Hay mucha mierda pretenciosa por el mundo.

Así entiendo yo lo de "escribir por escribir". Sin darle mayor importancia.

Saludos.

condonumbilical said...

Te lo decía principalmente porque he leído un poco del blog ese y me parecen heces alias trozos de mierda aka fecal pieces.

Si me comparas eso con algo enfocado con profundidad... ya sabes lo que opino.

Saludos!