"La metáfora del viaje, para evocar la narración, expresa su aire aventurero en el encuentro con los demás, en el encuentro con uno mismo, en una encrucijada de caminos. En el origen de los grandes relatos épicos hay viajes, vagabundeos, recorridos y encuentros. Pero si todo relato es viaje se debe a que ha sido compuesto, creado, y a que, de su concepción primera a su elaboración final, se ha verificado un recorrido (el recorrido mismo de la escritura que empuja al escritor a tratar de encontrarse o de construirse a sí mismo recurriendo a algunos recuerdos, a algunos testimonios, a algunas imaginaciones y a algunas esperas que siempre guardan relación con determinadas formas de alteridad), y también porque, leído y releído el relato, constituye para todo lector un encuentro, bueno o malo, excitante o no, un encuentro que lleva tiempo, que requiere un tiempo, y que desemboca a veces en identificaciones, en vínculos incondicionales establecidos al término de un viaje interior que el espacio del libro (líneas, páginas) materializa y al que ronda la presencia de los otros, más o menos próximos (autor, personajes)".
(Marc Augé, El tiempo en ruinas)
No comments:
Post a Comment