Wednesday, December 02, 2009

El vuelo de Franz Reichelt (en varias tomas)

El 4 de febrero de 1912 un sastre austriaco llamado Franz Reichelt efectuó su primer (y último) intento de volar cual águila por los aires parisinos lanzándose desde la torre Eiffel vestido con un traje aerodinámico (sic) que él mismo había diseñado inspirándose en algunos bocetos de Leonardo Da Vinci.
Toma 1: Franz Reichelt, tocado con una gorra y enorme mostacho parisién, posa ante las cámaras girando sobre sí mismo con cierta torpeza. Se quita la gorra para saludar a la audiencia. Toma 2: Franz Reichelt, ataviado como un pájaro con chubasquero, agita las alas subido a una silla subida a una mesa en el pretil de la torre Eiffel. El primer Batman de la historia observa su atuendo sin mucha convicción. Agita los brazos, diríase que comprobando la fortaleza de las costuras e hilvanes, de fabricación propia. Toma 3: Franz Reichelt posa el pie derecho en la barandilla, mira a cámara y abre un poco los brazos (sigue observando su diseño sin gran convencimiento). Mira al vacío, parece que se dispone a lanzarse. Hace varios ademanes, varios movimientos de aproximación. Parece bastante nervioso y dubitativo. Toma 4: Franz Reichelt duda. Duda mucho. No tiene claro si lanzarse o no. Se arrepiente de haberse empeñado en una aventura tan absurda. Quiere bajarse a suelo firme y volverse a casa andando, tranquilamente. Pero ya no puede ser: ha congregado a los pies de la torre a una gran multitud deseosa de ver su salto, ha avisado a los medios de comunicación y ha luchado lo indecible por conseguir el permiso policial frente a la oposición de las autoridades de la torre. Franz nota la presión. Sigue haciendo ademanes de tirarse: ¿cuál será la mejor forma de tomar impulso, de lanzarse? Toma 5: Franz Reichelt flexiona las piernas y se lanza al vacío. Toma 6: Franz Reichelt cae a plomo desde la torre al suelo. Al contactar con la tierra se levanta una nube de polvo. Toma 7: El cadáver de Franz Reichelt es portado en brazos por varios hombres. Los demás observan, atónitos.




La autopsia declaró que Franz Reichelt había muerto de un ataque cardíaco antes de tocar el suelo. No sé por qué, pero me cuesta creerlo.

8 comments:

virgi said...

Impresionante.
Vuelo efímero para un sueño eterno.

alicia said...

Cada vez que veo imágenes de principios de siglo me transmiten la misma sensación de ingenuidad y ternura. Es como si en aquella época el hombre aún se balancease entre fantasía y realidad. Esta tarde he pasado por una tienda de libros antiguos preciosa en la que lucían títulos de esa época y anteriores que aseguraban conferir poderes telepáticos, aprender el lenguaje de los animales... Esa ingenua y tierna locura llevó a tu protagonista a caer en picado tratando de emular a los pájaros. Pero lo que más me sobrecoge es que el pobre se arrepintiese allá en las alturas pero su sentido del deber o la honorabilidad fue más fuerte que su miedo... Gracias por esta historia

Miguel Baquero said...

Qué barbaridad. Lo que más me asombra es que las autoridades le dieran permiso, que la gente se congregara abajo, que no le pusieran siquiera una colchoneta. ¡Pero si era obvio que iba a estamparse! No sé si asombrarme de la ingenuidad del sastre o de la poca cabeza de las autoridades. ¿Y qué me dices de la última toma donde una mano calibra el hoyo que el hombre-pájaro ha hecho en el suelo?

Fleischman said...

Y nació Impacto TV. No voló porque tenía dudas. Todo el mundo sabe que la fe es vital en estos casos. La fe, y saltar desde una banqueta y no desde la Torre Eiffel.

narrow said...

Jesulín dixit, im-prezionante! Los pioneros siempre acaban estrellados. Buscaré una foto que salió un día de un artista delos años 20 tirándose por la ventana y que se titula algo así como El artista salta al vacío. Salud.

Miguel Ángel Maya said...

...Me parece genial la entrada y el personaje. Buscaré más cosas de él...
...Gracias por dármelo a conocer...
...Ya habrás adivinado que me vuelven locos estos tipos de principios del siglo pasado...
...Un abrazo...

Juan Ballester said...

Terrible, pero más terrible aún que haya quedado registrado ese paso de la vida a la muerte. Cada vez que veo algo así me reafirmo aún más en la inutilidad de la imagen.

Un saludo: JB

conde-duque said...

Hola a todos, y gracias por comentar.
Virgi, lo has clavado.
Alicia, lo de la duda arriba me lo he inventado a partir de las imágenes. Quizás no fue así...
Baquero, tengo que añadir esa Toma 8, se me olvidó...
Fleisch, es cierto: la fe.
Narrow, ya nos pondrás la foto.
Migue, nos gustan mucho a los dos las imágenes antiguas y los personajes curiosos.
JB, ya sé que te escaman especialmente este tipo de espectáculos visuales: la banalización de la muerte.

No sé, quizás la gran pregunta sea: ¿soñador heroico o tonto del bote? Y responderemos dependiendo del grado de romanticismo o de pragmatismo que nos domine...
Para mí es una mezcla. Igual que con los sentimientos que nos inspira. Su muerte nos parece terrible, pero también hay un lado cómico por lo absurda e inútil, y por el espectáculo banal que él mismo propició. Pero, en cierto modo, también es arte. Una performance.
Pero, como muere, ante todo siempre el respeto.

Un abrazo a tutti.