Sunday, July 18, 2010

The Naked City (1948)

Película dirigida por Jules Dassin, basada en una historia de Marvin Wald e inspirada en las imágenes del fotógrafo Weegee, famoso porque siempre llegaba al lugar del crimen antes que la policía. El primer libro de fotografías de Weegee (del que vimos una exposición hace dos años en la Fundación Telefónica, poco antes de ir a Nueva York) tenía el mismo título: La ciudad desnuda.
Cine negro semidocumental sobre la investigación de un asesinato. El comienzo es realmente espectacular:

Quizás Woody Allen se inspiró en él para su no menos espectacular comienzo de Manhattan. Weegee, Dassin, Allen, eslabones visuales de una misma inspiración inagotable: NY.

9 comments:

Miguel Baquero said...

Ése que llega al escenario del crimen antes que la policía me ha recordado el caso reciente del reportero brasileño que resulta que encargaba él los asesinatos

Unknown said...

He visto varias películas de Dassin últimamente. Es magnífico. Recomiendo fervientemente, además de la que dices, que es magistral, "Fuerza bruta" y "Noche en la ciudad". Esta última, ambientada en un desusado Londres marginal. Un saludo.

conde-duque said...

Miguel, en este caso Weegee estaba conectado a la radio de la policía y se enteraba de todas las llamadas de socorro y de emergencia.
José Manuel, para mí Dassin ha sido todo un descubrimiento. No sé por qué no es más conocido (yo al menos no había oído hablar de él). Night and the City, con la maravillosa Tierney, es un peliculón. La otra no la he visto, pero creo que habrá que hacer un repaso de toda su filmografía, porque promete.
Un saludo.

Jorge Ordaz said...

Magnífica película, ciertamente. Y espléndida banda sonora del gran Miklós Rozsa.
Saludos.

Unknown said...

Se me olvidaba, por cierto, Rififí, posiblemente su última gran película de género negro, antes de que le atacase la fiebre esteticista y rodase los bodrios que rodó con la que fue su mujer, Melina Mercouri.

Iván said...

El grito de la señora con la bata floreada se me hace raro. Voy a verlo de nuevo.

Sí, algo pasa con el doblaje. No puedo parar de mirarlo. Es hipnótico.

conde-duque said...

Pero Perplejo, ¿qué doblaje?
Es versión original...

Iván said...

Pero me parece que el grito lo dobla una actriz de gritar. ¿Cómo puede sonar igual todo el grito si durante el mismo la señora se tapa la boca?

Otro detalle inquietante es la muñeca que endereza al entrar en el piso. Es una cabecita flotando en un mar de sedas. Quizás fuera para tapar un revistero.

Una gracia de estas películas es que hay detalles que en su momento eran cotidianos pero para nosotros se vuelven surrealistas, perturbadores. Todo adquiere carga simbólica por lo ajeno. Es hipnótico, extraño.

conde-duque said...

No creo que sean detalles casuales, pero sí, estoy de acuerdo con lo que dices, en las pelis antiguas hay mucho elemento hipnótico y extraño. Ya sólo el blanco y negro da un poco esa sensación.
Yo es que soy muy fan de esas cosas...