Según Apolodoro, la Esfinge había aprendido el arte de formular enigmas de las Musas. Cuenta Aristófanes el gramático que Edipo mismo la llamó «musa», ya que era propio de las Musas el manejar las palabras con belleza, esto es, a través del canto. La Esfinge cantaba sus enigmas, así lo afirma Pausanias. Sófocles la llama «cruel cantora». No sé quién tiene razón, sólo sé que para mí sí es una musa. La Musa.
Dicen que la de Gizeh se hunde. La mía, no. La mía cada año está más guapa.
Wednesday, October 31, 2007
La Esfinge cumple años
Monday, October 29, 2007
El amor en dos detalles
Saturday, October 27, 2007
Brighton Beach 1896
Otra toma de la misma jornada y otros pioneros del cine: Thomas E. Edison, Edwin S. Porter, los hermanos Lumière...
Monday, October 22, 2007
En torno al casticismo
El otro día había un manco que tocaba de maravilla la guitarra española, punteando las cuerdas con su garfio. Era impresionante, como un pacodelucía en modesto y sin brazo. Estuve a punto de inmortalizarlo porque sé que a Mabalot le gustan los lisiados, pero me dio nosequé pararme a hacerle una foto.
Thursday, October 18, 2007
Tren nocturno
Monday, October 15, 2007
La maravillosa Elisabeth Imbrie
Sunday, October 14, 2007
La tinta, los hilos y el ciruelo
(Bushido)
Wednesday, October 10, 2007
Tuesday, October 09, 2007
Marcha irreal
"Celestina,
Quijote, Ana Ozores, doña Inés, don Juan,
El Cid, Tyrant lo Blanch,
son la victoria del sueño incansable de una convicción:
sólo somos ficción.
Lazarillo,
Fortunata y Jacinta, Deza y Bradomín,
La Nardo y Pelimplín,
patria de espectros España creada por la convicción
de que somos ficción."
De hecho, a partir de hoy la pienso cantar a grito pelado en los eventos deportivos, que es el último refugio de estas cosas inútiles como el "Baedecker de Erewhon" o la metafísica. Lástima que la selección de fútbol juegue tan rematadamente mal y que Fernando Alonso sea un perfecto imbécil (la verdad, casi prefiero recitar el God save the Queen antes que animar a este pringao)...
Monday, October 08, 2007
Graná 2.0.
Las fotos, en Flickr.
Thursday, October 04, 2007
Wednesday, October 03, 2007
La literatura como hipnosis (o como droga)
Cuando te encuentras con un texto tan magnético no te queda más remedio que leerlo una y otra vez. Te quedas como atrapado. No puedes salir de ahí. Es lo que me está pasando también desde hace varias semanas con el primer capítulo de Falling Man, la última novela de Don DeLillo (no pongo el título en castellano porque es una cagada absoluta de la editorial Seix Barral). Son cuatro páginas tan espectaculares que casi no puedo seguir avanzando en la novela, y tengo que volver otra vez al principio. Lo habré leído veinte veces y no me canso. Es más. Sigo enganchado. Os pongo unos párrafos (todos conocemos la escena: el 11-S):
Las cosas de dentro estaban lejos y quietas, donde se suponía que él se encontraba. Sucedía por todas partes, en derredor suyo, un coche medio enterrado en escombros, con las ventanas reventadas y ruidos emergiendo, voces radiofónicas escarbando en las ruinas. Vio personas chorreando agua al correr, y cuerpos empapados por los sistemas de irrigación. Había zapatos descartados en la calle, bolsos y ordenadores portátiles, un hombre sentado en el bordillo tosiendo sangre. Vasos de papel llegaban en extraños rebotes.