El Rastro sigue dando juego. Pasan las décadas y los gobiernos y las guerras civiles y las formas de Estado, pero ahí sigue, imperturbable en su celebración dominguera, siempre abarrotado de gente extraña y de objetos inútiles, como un zoológico humano que reúne a lo más variopinto de la Tierra. Esa mezcla atemporal es lo que más me llama la atención. Queda aún mucho especímen de posguerra.
Me gustan algunos anticuarios y la calle de los marcos, y esas mantas en las que lo mismo hay cien picaportes de hierro oxidado que un grifo de baño rococó o un reloj de pared antiguo o el uniforme apolillado de un guardia de tráfico o una muñeca sonriente que da miedo... Aunque en realidad lo que más me atrae del Rastro es el aperitivo de después. A eso voy, de hecho. Lo demás es una excusa, un precalentamiento, un hacer algo para merecérselo.
El mercadillo como tal me agobia mucho. Encima el otro día pegaba el sol de lo lindo y la Ribera de Curtidores estaba más llena que nunca (hablo del domingo del puente). Lo mejor es ir temprano durante el invierno, cuando hace un frío que pela y todavía no hay casi gente, curiosear un poco entre las mercancías, escuchar las conversaciones de los chamarileros, observar a los personajes que por allí pululan y tomarse después un chocolate con churros, bien caliente. La épica.
El otro día había un manco que tocaba de maravilla la guitarra española, punteando las cuerdas con su garfio. Era impresionante, como un pacodelucía en modesto y sin brazo. Estuve a punto de inmortalizarlo porque sé que a Mabalot le gustan los lisiados, pero me dio nosequé pararme a hacerle una foto.
16 comments:
Oye, colega, ¿cómo qué me gustan los lisiados? Va a parecer que soy un pervertido o algo así, que le ponen las mujeres sin una pierna, o sin ninguna. O peor aun, los hombres. Bueno, en fin, si me fijo en los lisiados alguna vez es como un encantamiento infantil (soy un niño todavía) ante lo raro, y porque siempre tienen algo de viaje en el tiempo, o yo qué sé.
Con su garfio; qué pasada. No me digas que no merecía una foto... Algún día explicaré porqué son interesantes los lisiados... cuando lo sepa.
El programa pinta fenomenal; rastro y churros con chocolate.
No pasa nada, no tienes por qué excusarte, cada uno tiene sus perversiones sexuales... Jajaja.
Que yo sepa, también a Buñuel y a Hitchcock les ponían las féminas de piernas cortadas, y eran dos genios (de los mayores del siglo XX).
No, ya en serio. A eso me refería: como viaje en el tiempo. Que nadie piense cosas raras. No es nada sexual.
Pues cuando vengas por aquí habrá que hacer un plan de esos, de Rastro y churros.
Y de aperitivo, vermú de grifo y casquería solanesca.
Como decía Manquiña, a los hechos me repito: "Pablo me dijo; Joder, cómo te gustan los lisiados. No, él también es un símbolo, pero ahora no se me ocurre de qué. Quizá nos decía con su paso tranquilo e infatigable; Pedazo de maricones, y ya estáis cansados..." (http://camabarca.blogspot.com/2007/09/pequea-coleccin-romana-2.html)
Por cierto, y cambiando de tercio (lo del plan rastro, churros, y vermú hay que desarrollarlo en vivo) me estoy poniendo las botas con una entrevista al de la generación nocilla, Fernández Mallo. "Aviso a los del realismo ingenuo", dice.
http://www.elcoloquiodelosperros.net/baskerville17.htm
Tú mismo, cuando tengas tiempo.
ESTUPEFACTO me ha dejado este prohombre del siglo XXI, o XXII.
Me parece bastante claro quiénes son realmente aquí los ingenuos: los que se creen que han inventado la pólvora, o, mejor dicho, la postpólvora... Una nueva realidad, una nueva experiencia de yoquesé, la Red y el rizoma, blablabla.
Lo que hay que tener es muchos huevos para ponerse un nombre tan estúpido: Generación Nocilla. Qué gilipollez, pordiós...
Veo que en entrevista Fdez. Mallo es más pedante que en el mundo real (me pareció un tío normal en el ratillo que lo vi).
Aún no he podido degustar la nocilla entera, y de lo que llevo leído no sé qué decirte, ni fu ni fa.
...prohombre del siglo postXXI
Hola Conde,
Conozco bien la zona que describes porque por allí vivo.
Si alguna vez organizais la salida de la que hablais, me apunto. :-D
Por cierto, lo de la generación Nocilla no es una denominación que hayan buscado esos escritores, sino que les ha tocado en suerte por el último libro de, precisamente, Fernández Mallo. En cualquier caso, ese libro me parece fantástico y algo de razón llevan cuando dicen que con todo lo que ha cambiado el mundo, se siguen escribiendo novelas como hace setenta años. Aunque un poco sobrados sí que van, eso es cierto.
Un abrazo,
Hola, Xavie.
Yo no creo que la realidad haya cambiado tanto (o, mejor dicho, siempre ha cambiado). Y mucho menos que escribir de manera inconexa sea la manera única o privilegiada de expresar esa nueva realidad. Muchas veces es una manera más fácil de escribir, simplemente.
Hay muchas maneras de transmitir esta realidad, y esa podrá ser una. Pero ya lo Aforismos de Lichtenberg o los Ensayos de Montaigne, por poner dos ejemplos, lo hicieron un poco así (aunque con mucha mayor inteligencia, ironía, sentido del humor...).
Si NUESTRA realidad fuese tan distinta, no habría que escribir los títulos en inglés o mezclando idiomas ni aludiendo a veinte mil cosas o dedicarse a hablar de los moteles de carretera de Estados Unidos. Lo que es distinto son ciertos aspectos de la realidad que nosotros vemos en esa sociedad, con sus rarezas y moderneces. Y eso es algo que está más en nuestros ojos que en la propia realidad, creo yo.
Sí que tengo que decir que "Nocilla dream" está bastante bien escrito, que ya es mucho tal y como anda el patio, pero no veo la revolución por ningún lado. No lo he terminado de leer, pero sí es cierto que se lee con gusto. Pero nada más.
Es ese discurso metaliterario lo que me molesta, porque me parece más una pose que otra cosa. En la entrevista que dice Mabalot hay mucha tontería pedante.
Disfrutar de la cultura yanqui que nos ha llegado a través las películas y de la música indie (pop, rock) y abrirnos a los nuevos medios de comunicación como internet está muy bien (yo lo hago), pero no implica nada tan trascendente para la literatura.
El asombro ante la "modernez" no es nada moderno, sino bastante antiguo (incluso un poco paleto).
Un abrazo. Te avisaremos cuando vayamos de aperitivo.
Frente a la Generación Nocilla, yo abogo por la Generación Morcilla.
MaDRILEÑO, que eres. Prefiero la morcilla a la nocilla, eso sí.
CReería más en una Generación Cola-Cao, la nocilla me parece muy empalagosa.
Sí, sabía que las tonterías que dice en la entrevista no te pasarían desapercibidas(y he leído algo mucho peor, en el blog de Vicente Mora, escrito por Fdez. Mallo, que seguro que es buena gente, una especie de manifiesto, pero da vergüenza ajena tanta pedantería... Dios mío, líbrame de acabar igual. Le voy a decir a mi hermano que si algún día supuro chorradas como ese que me pegue un tiro...)
Hola Conde,
A mí Internet sí que me parece una auténtica revolución cultural, la verdad. De hecho, no creo que, desde la imprenta, se haya producido algo igual (sé que suena exagerado, pero de verdad lo creo).
Ahora cualquiera con una conexión (y no se me olvida que la mitad de la población mundial nunca ha hablado por teléfono, una estadística clarificadora para muchas cosas) puede leer el contenido de 500 cursos del MIT, por ejemplo.
Pero no es sólo el conocimiento de lo que hablo sino la propia interpretación de la realidad. Gracias a la red han surgido relaciones que antes no existían y nuevas maneras de comunicarnos. Yo sí creo en la poética del clic. Nos hemos acostumbrado a ver el mundo de otra manera y a eso me refería cuando hablaba de una nueva manera de contar historias.
En cualquier caso cualquiera que tenga un blog, como es nuestro caso, es alguien suficientemente vanidoso como para creer que las ideas que le pasan por la cabeza son suficientemente brillantes como para compartirlas. Todo gira alrededor de la vanidad. :-D
Un poco pedantes sí son, pero a fin de cuentas Vicente Luís Mora es poeta, narrador y crítico y a eso se dedican los críticos ;-)
Para mí, Construcción, un libro suyo de poemas fue una verdadera revelación.
Lo que no quiere decir que no me guste Montaigne, Cervantes o Góngora.
Y lo de Morcilla Dream me parece muy buena idea :-D
Un abrazo,
Xavié, como dices, Internet supone una revolución en la transmisión de información, en la comunicación entre las personas a nivel mundial, etc. Creo que eso es indudable. Pero lo que yo quiero remarcar es que eso es SÓLO una parte de la realidad (o, mejor dicho, un medio, un tipo de filtro por el que podemos percibir la realidad), pero no la realidad entera.
Por eso creo que hablar de una nueva literatura o de una nueva Poética (o teoría literaria) es forzar las cosas demasiado. En fin, que nada nuevo bajo el sol.
Por ejemplo, tus relatos son literatura de la buena (a mí siempre me han recordado a Kafka), y que el soporte sea un blog o un libro no cambia para nada el contenido. Otra cosa es que no dependas del capricho de un editor para que los demás podamos leerlos y te digamos que nos gustan.
Además, Xavié, si vives por la zona del Rastro, me reconocerás que el mundo no ha cambiado tanto. Al menos los domingos...
Un abrazo. Por aquí seguiremos comunicándonos. Está interesante esta conversación...
Hola Conde,
Es cierto que el mundo no ha cambiado tanto y también es cierto que lo que pasa en Internet es sólo una parte de la realidad. Con respecto a lo del Rastro, también de acuerdo: ver a un charlatán vendiendo a gritos su pela patatas como hace cincuenta años o a las señoras paseando con las zapatillas de estar por casa, ignorando que viven en el centro de una megalópolis como Madrid es algo muy del barrio (fibra óptica y ladillas que decía Sabina).
A lo que yo me refería es que, al igual que Freud influyó en la literatura y el arte posteriores al introducir el concepto del inconsciente (Joyce y demás autores creando la corriente de conciencia, etc.), creo que Internet acabará por hacer algo parecido. De ahí mi referencia a la poética del clic, que no es sino una referencia a la manera que tenemos de consumir pequeños trozos de información y de cambiar rápidamente de unos a otros. Creo que en "Hablemos de langostas", Foster Wallace mantiene que se han realizado estudios que demuestran que aquellos que no crecieron con la MTV son menos capaces de retener toda la información simultánea que muestran hoy en día las pantallas (ya sean las de los televisores o las de los ordenadores). A mí, ese dato me parece significativo y por ahí iba mi comentario sobre la poética del clic.
Hoy en día se piensa de forma más superficial y más abarcadora y, desde mi punto de vista, hay poca gente dispuesta a razonar en profundidad durante mucho rato. Creo que, en general, gracias a Internet, la humanidad acabará por tener menos capacidad memorística y más capacidad de relación entre diferentes aspectos de la realidad. ¿Para qué recordar una cita o unos versos si la memoria cultural de la humanidad ya los almacena por nosotros?
En fin, es tan solo una opinión. A mí también me parece interesante la charla.
Ahora, eso sí, creo que compararme con Kafka es demasiado (dijo él mientras en el fondo de sí mismo consideró el halago más que merecido... :-D)
Un saludo,
El rastro de Madrid está muy bien, no sólo por lo que tiene de cosas viejas. Yo sólo conocía la calle Miralrío Alta y baja y la calle Arniches, y hace poco fui con mis padres a Curtidores y es un sitio estupendo para trapiellear y después un vermú deesos de madrid que acaban a las 5 e la tarde, eso que era brunch antes de saberlo.
Un abrazo.
Julio, pues la próxima vez que te acerques por aquí nos tomamos unos vermús, ¿no?
Por supuesto. Si el final no hago nada especial en navidades igual me escapo unos días a Madrid, ya veré.
La invitación a ZGZ sigue en pie para cuando quieras.
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