Saturday, March 22, 2008

Si esto es un hombre

Al hilo de la entrada anterior (que trataba sobre una tontería) me ha surgido una pregunta terrorífica sobre la que me gustaría reflexionar: en los campos de exterminio nazis o del Gulag soviético, ¿quiénes son realmente más humanos: las víctimas o los verdugos?

Da miedo hasta el mero hecho de planteárselo, pero yo creo que si analizáramos esta cuestión en todos sus posibles significados, interpretaciones o derivas, algo aprenderíamos. Por un lado está la deshumanización sistemática a que es sometida la víctima y, por el otro, la violencia extrema -¿"humana, demasiado humana"?- de los verdugos.


Supongo que el quid de la cuestión estaría en determinar qué es ser humano, qué concepción tenemos del hombre. ¡Nada más y nada menos! Entre la misantropía y el humanismo me debato.

PD: Las fotos las hice el otro día en el Paseo del Prado. Son esculturas de Igor Mitoraj.

31 comments:

Anonymous said...

Buen texto para ilustrar unas preciosas fotos. Yo hice mi propia sesión de fotos el jueves.
La respuesta resulta imposible, pero el solo planteamiento de la pregunta es bastante aterrador.
Me he acordado de la película alemana "El Experimento".

Egoficción said...

De cuánto es capaz el ser humano creo que la respuesta es obvia.
Por qué esto no nos gusta (nos aterroriza) es más difícil de decir. Yo creo que por egoísmo... nos aterra vernos en la piel de la víctima que en la del verdugo (aunque no queramos ser verdugos, y aunque nunca, habiendo podido serlo, lo seamos).
Evitar nuestro sadismo... ¡no preocupándonos por los sádicos, sino por nosotros! Legítima defensa.
Como ves, no sé que es el hombre que creo era tu pregunta.
Por cierto,Mitoraj se va a recorrer toda España.

Gregorio Luri said...

Fue Terencio quien dijo “Homo sum, humani nihil a me alienum puto", es decir, "soy un humano y nada humano me es ajeno". Pero el siglo XX nos ha enseñado que esto se puede leer también así: "puesto que soy humano, nada humano me es ajeno".
A mi la que me parece la característica esencial del hombre es su capacidad para la degradación.

Virginia Barbancho said...

El otro día estuve por allí viendo las esculturas. Me encantaron. Qué suerte, el Paseo del Prado de Madrid.

Váitovek said...

Vengo rebotando desde Ocata.Menuda pregunta.Que sólo puedo devolverte con otra ¿Qué te hace pensar que lo "deshumanizado" - sufrido,en las víctimas, activo en los verdugos no es también humano?No podemos entrar y salir de nuestra condición como de un parque.
Mi respuesta directa es tajante:No hay deshumanización en las víctimas.Porque por esa misma reflexión quedaron ellas hechas tales y sus verdugos verdugos.¿Quién se deshumaniza?El que extiende la mera sospecha de deshumanización sobre otro,sea quién sea.

Divina nena said...

buaaaaaaa que pregunta tan terrorífica...Sr. Conde, no sabría que responder, pues jamás habría pasado por mi mente un pensamiento así. Siento ser tajante, pero no encuentro nada deshumanizada a la víctima. Prefiero pensar que el verdugo es un inhumano,aunque tras tu reflexión, debiera poner en marcha mi maquinaria y ver tal y como ha dejado escrito Gregorio Luri "una característica esencial del hombre es su capacidad para la degradación".

Joder, que putada!

conde-duque said...

Hola a todos. Tengo que reconocer que el tema me sobrepasa y ando perdido. No lo veo nada claro. Espero que entre unos y otros vayamos iluminando algunos aspectos.

Eva, sí, aterrador (a mí al menos me lo parece), pero quizás es necesario planteárselo, o no, no sé. Creo que no he visto esa película, no me suena, pero miraré. Gracias.

Hola, Egoficción. Si te entiendo bien, tú consideras que esta pregunta es absolutamente necesaria, fundamental, y que todos debemos hacérnosla si queremos vivir con autenticidad, no engañándonos ni haciendo trampas. Pero la conciencia verdadera de estas realidades tan extremas harían la existencia insoportable. Muy auténtica, pero casi imposible de sobrellevar. ¿Ser conscientes de todo eso nos haría vivir con mayor plenitud, o nos conduciría a la desesperación más absoluta, al suicidio? No quiero exagerar, pero hay verdades demasiado insoportables. De ahí la legítima defensa. ¿Pero habría necesariamente sentido de la culpabilidad? Eso ya no lo tengo tan claro. ¿Qué sería? ¿Una culpabilidad transgeneracional o algo así?
Yo tampoco sé lo que es el hombre. ¿Sería -incluso- cuestionable la existencia del género humano? Desde el punto de vista ético no creo que se pueda (o conllevaría muchos problemas y contradicciones), pero desde el punto de vista científico se puede hacer perfectamente, me parece.

Don Gregorio, antes de nada muchas gracias por atender a mi petición y asomarse aquí. La capacidad de degradación como característica esencial del ser humano... Uff. Suena duro.
Según lo entiendo yo, la degeneración implica un movimiento, una dinámica, un cambio a partir de un estado previo (siempre mejor). Ser capaz de eso (casi infinitamente), tener la potencialidad de empeorar siempre, de actuar peor. ¿Y no hay fondo en el pozo? ¿Una caída sin fin? ¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Cabe pensar algo peor aún?
Podría enlazarse esto con la idea de que el hombre no tiene esencia, o mejor que su esencia es movible, o mejor dicho que su esencia es precisamente cambiar, moverse, "ser siendo", estar en movimiento. Por ahí andarían -más o menos- Ortega y los existencialismos (la existencia precede a la esencia), ¿no?
Desde luego, visto lo visto, después de las barbaries del siglo XX, parece que lo más razonable y plausible es el pesimismo antropológico.
"Nada de lo humano me es ajeno" y no me fío un pelo de cualquier cosa humana (palabra, acción, voluntad...). ¿Qué actitud adoptar? ¿La sospecha y el miedo permanente? ¿La indiferencia?
Por lo menos, creo yo, todo eso debería servir para no caer en más ilusiones vanas ni utopismos criminales. Ya sería algo.

conde-duque said...

Hola, Vicky. ¿Y por dónde andas tú? ¿Por tierras sureñas? No me creo que eches de menos Madrid. Si enseguida estarás por aquí de nuevo...

Hola, Dhavar y Divina Nena. A ver cómo puedo explicar lo de la deshumanización de las víctimas, que es un tema espinoso y complicado. Entiendo lo que decís, porque de entrada suena raro (y más que raro, aterrador).

Era, sobre todo, una pregunta (no una afirmación).
Y es algo que surge con claridad a partir de la lectura de "Si esto es un hombre" de Primo Levi, que mecionábamos al final de los comentarios del post anterior. Lamentablemente no tengo el libro a mano y me gustaría revisarlo antes de hacer ninguna referencia concreta, por asegurarme... Prometo hacerme con él durante la próxima semana y volver a repensarlo antes de decir nada. Básicamente la idea es que en los campos de concentración se estableció un sistema absolutamente "deshumanizador", que pareció tener éxito en la práctica. Consiguió su propósito de deshumanizar.
Por supuesto no estoy diciendo que las víctimas dejasen de ser seres humanos, cosa que incluso podría servir de coartada a la barbarie. No. No es eso.
Aquí también habría que distinguir posiciones de partida.
Si afirmamos la dignidad o el valor intrínseco de todo ser humano por el hecho mismo de serlo, el valor de las víctimas quedaría intacto. Y mucho me temo que también el de los verdugos.
Si, en cambio, pensamos que ese valor (merecedor de un respeto casi sagrado) es algo que nos concedemos o reconocemos unos a otros, la cosa cambia. Por supuesto, el de las víctimas -a ojos de las generaciones posteriores, o a ojos de la Historia, si se quiere- sería en todo caso mayor por el hecho mismo de ser víctimas. Y el de los verdugos podría prácticamente desaparecer (lo que justificaría las posteriores ejecuciones, juicios sumarísimos, etc).
La cosa es muy complicada... En qué líos me meto yo solito...
Pero en eso consiste pensar, supongo.
Gracias por vuestra aportación. Espero que sigamos pensando...

conde-duque said...

A ver, que sigo dándole vueltas...
En la cuestión que planteaba hay varios niveles o dimensiones de lo humano.
La pregunta era: ¿quién es realmente más humano?
Para poder responder a esto parece necesario tener una concepción de lo que es "ser" humano (verbo), es decir, apuntar a una esencia o a unos rasgos característicos del "ser humano" (sustantivo).
Ahora bien. La pregunta sobre quién es "más" humano parece negar la existencia de esa esencia. Porque si la hubiese no se podría ser más o menos humano: o se es humano o no se es. Y aquí "humano" funcionaría como adjetivo.
Me explico, ¿no?

Habría tres niveles:
-SER humano.
-"SER HUMANO".
-ser HUMANO.

Y quizás habría que aclarar y analizar bien esos tres niveles para poder empezar a decir (entender) algo.

Y ahora me voy a ver "Dónde estás corazón" que me está saliendo humo de la cabeza... (Es lo que pasa cuando la usas poco).

Portarosa said...

¿Y no será que cuando decimos HUMANO queremos decir EL LADO POSITIVO DEL HOMBRE, y, por el contrario, por DESHUMANIZAR entendemos INCLINARSE HACIA NUESTRO LADO MÁS NEGATIVO, y que, por tanto, humano es todo y no tiene mucho sentido esa pregunta?

¿Eh?

Víctimas y verdugos son humanos, y representan dos de los múltiples estados extremos a los que podemos llegar, a poco que nos empujen, I think.

Un abrazo, Conde.

conde-duque said...

-¿Y si...? ¿Eh?
-¿Qué quieres? ¿Un par de hostias?Ven aquí que te... ¡Que te gaseo, eh!...

Un hug.

Portarosa said...

:)

Pues ayer, cuanto más lo pensaba, más convencido estaba de que la pregunta no tenía sentido. Coloquialmente se entiende así, claro, pero en el fondo no tiene sentido.

Y me piro, so violento.

conde-duque said...

Jajaja... Estaba llevando a la práctica lo último que dijiste.
Tienes toda la razón. De ahí partíamos.
Lo que pasa es que decir que todos somos humanos y ya está no es decir mucho. La cuestión era ahondar un poco más, en el fondo de los significados que ahí se mueven. ¿Qué significa realmente eso de "ser humano"?
Un abrazo.

Portarosa said...

No lo sé.

Filosóficamente, no lo sé. Biológicamente, sí, claro.

Pero creo que, en este contexto, no está fuera de lugar decir que humano es todo lo que hacen los humanos. Y que ser "humano" significa sólo eso, ser capaza de todas esas cosas, desde las más execrables hasta las más excelsas.

Un abrazo.

Portarosa said...

Por eso se caracteriza la condición humana, y no la de los animales, supongo: por la enorme gama de posibilidades de comportamiento, tan maravillosos y tan abominables.
Y supongo, también, que algo tendrá que ver el libre albedrío, la libertad, el intelecto, el raciocinio, y todo eso.

Humano: que tiene en su mano (y rima) lo mejor y lo peor, todo.

Hala.

Portarosa said...

Pero temo estar diciendo obviedades.

En serio.

conde-duque said...

Porto: lo obvio suele ser lo más problemático.
¿Qué características definen lo humano?

Por ejemplo, ¿entraría dentro de esos rasgos "humanos" que has mencionado un bebé, un niño, un discapacitado físico o mental, etc.? No son capaces de todas esas cosas: no tienen uso de razón, o no tienen libertad de movimientos o capacidad de elección, les falta el raciocinio, etc.
En cuanto a los actos "abominables", cualquiera que haya visto un documental de La 2 sabe que los animales los cometen tanto o más que los hombres. Lo que pasa es que sería absurdo calificarlos éticamente (no hay consciencia, etc.). Es otro ámbito.

Seguramente tú y yo estamos más o menos de acuerdo, pero la cuestión no es tan sencilla. Ni siquiera biológicamente. La ciencia contemporánea parece haber borrado las fronteras tradicionales entre la humanidad y la animalidad, entre la naturaleza y la cultura. En esta línea están -por ejemplo- los llamados "animalistas", que defienden los "Derechos de los animales" y esas cosas; también algunos ecologistas, etc.
Ponen ejemplos concretos (científicos) de rasgos que se consideran "específicamente humanos" y que son compartidos por otros animales, como que:
-Hay animales cuyos comportamientos sexuales no están subordinados a la reproducción.
-Hay animales que incluso reconocen su imagen en un espejo (autoreconocimiento).
-Hay algunos incluso susceptibles de comportamiento ético o de sensibilidad estética.
Generalmente estos animales son monos, gorilas, bonobos o como se llamen.

Yo no estoy en esta línea (ni mucho menos), pero no puedo ignorar su relevancia. Y el debate es interesantísimo. A este respecto te recomiendo el libro "El hombre, un animal singular" de Víctor Gómez Pin.
Yo estoy bastante en su línea (frente a los "animalistas"), y creo que tú también, pero las cosas no son obvias y simples, hay que plantearse algunas cuestiones esenciales (como la escribí yo, aquí te pongo un trozo de la contraportada):
-¿Existe algún rasgo que diferencie cualitativamente a los seres humanos de los demás animales, o somos una especie natural más, determinable por el conocimiento científico?
-¿Se puede hablar realmente de una naturaleza humana? ¿Y cómo ha de ser caracterizada ésta? ¿Es válida la secuencia «"moral" porque "racional" porque "dotado de lenguaje"»?
-¿Es el lenguaje una capacidad innata del hombre, como defienden Chomsky o Pinker, o un resultado del aprendizaje, de la experiencia, de la socialización? ¿Qué distingue al lenguaje humano de la comunicación animal?
-¿Debemos reivindicar, con Kant, la irreductible dignidad del ser humano por su condición de ser de razón, lo que le convierte en sujeto prioritario de derechos y merecedor incondicionado de respeto? ¿O ha de ser ampliada esa caracterización al reino animal en general?

Todo esto y mucho más. Ya digo, Porto: mucha tela que cortar... Muchos pueden considerar que en el fondo la diferenciación cualitativa que hacemos entre humanos y animales no es más que una cuestión de "decisión moral".

Portarosa said...

Muy interesante, Conde.

Pero, aunque no quiero resultar pesado, ¿tú crees que en este último comentario estás hablando de lo mismo? Yo no lo sé.

¿No era la cuestión quién era más humano, si la víctima o el verdugo? Es que yo no le veo la relación (directa) con el (por otra parte muy interesante) tema del final.
Yo tan sólo pretendía decir que no se reduce lo humano a lo moralmente aceptable; que, ejemplos, sobran.

Pero, ya que sale el tema: ¿es abominable el comportamiento de un animal que no es consciente de si lo es o no? ¿No es necesario que algo abominable sea consciente y voluntario para que lo sea?

Claro que son las ocho y media de la mañana, y no hay derecho a que me hagas esto...

Portarosa said...

(Ya sabes lo de sabio que iba tirando las hierbas que no comía y vio a otro que las recogía. Yo soy el segundo, pensando que tú escribes contraportadas :-) )

conde-duque said...

No me líes, no me líes, Porto, que lo de los animales lo has empezado tú. Te estaba contestando a tus últimos comentarios. Encima de que tengo la buena educación "dialéctica" de seguir tus razonamientos... ¡vuelves para atrás y me dices que no tiene nada que ver con mi post!
Eso es trampa!!! :-D

En cualquier caso, sí tiene mucho que ver: al hablar de la condición humana inevitablemente surge la comparación con nuestros parientes más cercanos: los animales. Nos definimos distinguiéndonos de ellos (género, especie): animal racional, animal político, etc.

No te llevo la contraria; sólo intento problematizar "lo obvio" (como dices), porque no es tan obvio.

Un abrazo.

conde-duque said...

Por cierto, Dhavar y Divina Nena, no he olvidado que tengo una promesa pendiente, pero es que he ido a la biblioteca a por el libro de Primo Levi y no lo tenían.
En cuanto lo consiga vuelvo y explico mejor lo de la deshumanización de las víctimas, aunque no haya nadie para leerlo.

Portarosa said...

¡Dios, es que me caes fatal!

Ya no sé qué coño estaba diciendo, ni qué estabas diciendo tú :)

Vale: te dije lo de los animales para clarificar aun más, si cabe, por contraste, el abanico de comportamientos que mostramos (por cierto, ¿en realidad quienes defienden, por ejemplo, los derechos de los simios los asimilan al hombre, o simplemente les conceden una dignidad que antes no tenían, pero una dignidad propia?). Pero el quid estaba en que, para mí, es precisamente esa cantidad casi ilimitada de posibilidades lo que es humano; y por tanto la pregunta "Qué es más humano..." no procede.

¿Hay una diferencia cualitativa o sólo cuantitativa entre nosotros y los animales (otro tema, insisto)?
No sé, yo qué carallo sé, si no sé de nada.
Desde el punto de vista biológico, todo es lo mismo pero en diferentes grados de evolución, supongo, desde que nos olvidamos del alma y conceptos por el estilo. Ahora bien, ¿es el "resultado" de esa diferencia anatómica "cuantitativa" cualitativamente distinto?
Yo, desde mi ignorancia, diría que, se llame como se llame, es lo suficientemente distinta como para poder medirnos por distinto rasero, como para poder juzgarnos.
No así a los demás animales, en principio.

¿Sí o no?

Un abrazo.

conde-duque said...

SÍ.
Totalmente SÍ.
Un SÍ tan grande como el pandero de la Bruja Lola.

Portarosa said...

¡¡Oye, no me des la razón como a los locos!!


¡¡¡AAARRRRGGGH !!!
(No sé por qué se pone siempre esa h al final del grito)

conde-duque said...

Jajaja...

Lo de caer mal es puro mecanismo filosófico. A la "eironeia" gallega también le pasa un poco lo mismo.
Fíjate cómo acabó Sócrates: condenado a muerte básicamente por PESADO, por hacer demasiadas preguntitas, por estar todo el rato dando la coña. Si es que...

(Y nada más lejos de mi intención que compararNOS con el gran Sócrates, eh...)

Portarosa said...

Pues es verdad, por pesado, nunca lo había pensado. Por coñazo, por tiquismiquis: "¿ah, sí?, ¿y entonces?; ¿ah, sí?, ¿y entonces?".

Eso es muy difícil de soportar.

Oye, y ya que has puesto la raíz etimológica de "eironeia", ¿significaba lo mismo, ya?

conde-duque said...

En el fondo supongo que sí tiene algo que ver (hay algo de "simulación" o "fingimiento" tanto en el sentido griego como el uso cotidiano actual), aunque no creo que sea exactamente lo mismo.

En el caso de Sócrates la "ironía" era la táctica que tenía este cabroncete para no mojarse sobre ningún tema y obligar al otro a decir su opinión: entonces empezaba con su artillería de preguntitas hasta que el otro se diese cuenta de su ignorancia, de que aquello que creía saber no lo sabía realmente. [No es una estrategia dialéctica rastrera, sino pura metodología filosófica.]

Y actualmente, según el DRAE:
"ironía.(Del lat. ironīa, y este del gr. εἰρωνεία).
1. f. Burla fina y disimulada.
2. f. Tono burlón con que se dice.
3. f. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice."

Lo de la ironía gallega es un caso aparte, que creo que ya hemos comentado alguna vez.

conde-duque said...

Resumiendo, yo creo tendríamos:
-la ironía socrática (sacar de quicio al prójimo),
-la ironía romántica (el juego del Yo libre entre los polos opuestos),
-la figura retórica (dar a entender lo contrario de lo que se dice)
-la ironía gallega (extraña sorna aderezada con pimentón y cachelos).

Más o menos.

Portarosa said...

No entiendo la ironía romántica, lo del Yo libre.

Pero, vamos, no quiero entretenerte. Además ya me voy del trabajo...

conde-duque said...

Yo tampoco lo entiendo. Cosas de Schlegel y compañía...
Creo que es algo así como que el hombre-artista-creador llegaría mediante la "ironía" a la unidad de los elementos antagónicos que rigen en la realidad: Espíritu-Naturaleza, Alma-Mundo, Yo-NoYo, lo subjetivo-lo objetivo, etc.
En teoría estética y literaria es muy importante, pero no parece que tenga mucho que ver con el resto de significados de "ironía".
En fin, terminología onanista y hueca de románticos alemanes.

Portarosa said...

Ah, ok. Me consuela que no lo entiendas (así somos, los humanos...).