Después de la demostración de cazurrismo de ayer (estos desahogos quedan ya bautizados como "Barojiana Experience 2.0"), voy a ponerme hoy un poco pedagógico. Pero aviso: no voy a decir nada profundo ni interesante, sólo voy a recomendar una lectura. Quien quiera otra cosa que no siga.
Estoy leyendo el último libro de Víctor Gómez Pin, titulado Filosofía. Interrogaciones que a todos conciernen. Se lo recomiendo a cualquiera que esté interesado en estos temas, pero sobre todo a los que no hayan leído nada de Gómez Pin, porque es un compendio -fácil de leer y muy interesante- de sus principales ideas y posiciones filosóficas. Los anexos técnicos finales se hacen más durillos, pero merece la pena el esfuerzo.
Los que hayan leído sus últimos libros se habrán dado cuenta de que Gómez Pin es bastante insistente y repetitivo en sus ideas (cosa que, por otra parte, es normal, porque no va a cambiar de ideas cada mes; quizás el problema está en que últimamente publica demasiados libros, que casi son el mismo), pero aun así siempre se le lee con gusto. A Pin se le da muy bien hacer eso tan difícil que es decir cosas interesantes e inteligentes de una manera literariamente atractiva. De hecho no se me ocurre otro pensador español que esté a su altura en esto. Savater no le suele llegar en hondura y Martínez Marzoa es demasiado académico, minoritario y difícil (esoterismo terminológico, que se dice). El esfuerzo divulgador (que no vulgarizador, o como se diga) de Pin es muy de agradecer, y quizás en este libro lo hace mejor que nunca (en el "Pórtico" explica muy bien esa necesidad divulgativa, porque a fin de cuentas "filósofo es aquel que habla de cosas que a todos conciernen").
Por cierto, alguien debería decirle a Gómez Pin que a ver si consigue superar esos latiguillos que lastran su prosa ("evocado", "corolario", "salva veritate", "a fortiori", "repudio"...), porque le dan al lector una sensación constante de déjà vu que le refuerza en la idea de que está leyendo -otra vez- el mismo libro. Vamos, que se pone un pelín cansino con esas palabritas.
Aunque en estas cosas de estilo ya está uno curado de espanto. Y en las traducciones ya no digamos; por ejemplo, el otro día estaba leyendo un relato de Murakami, el que trata de una madre que va a recoger el cadáver de su hijo surfista (del libro Sauce ciego, mujer dormida), y me jodió la lectura la expresión "a la que...", que sale por lo menos veinte veces. Por ejemplo (en sólo cuatro páginas: 300-303):
-"Pero, a la que das un paso fuera, sólo entienden inglés".
-"Si sólo fuera marihuana, no pasaría nada, pero a la que se trata de ice la cosa cambia".
-"Te hace sentir muy bien, pero, a la que te enganchas, ya estás muerto".
-"Dice que a la que empezara a gastar, me puliría todo el dinero".
-"A la que oía una vez una melodía, fuera la que fuera, era capaz de traspasarla...".
-"A la que improvisaba, al final acababa imitando algo".
Imagino que no hay en España muchos traductores de japonés, pero por lo menos podían coger a alguien que sepa escribir en español, digo yo.
6 comments:
Hablando del libro de Murakami, que por cierto yo también me acabo de leer (¿serendipitis del Círculo de Lectores quizas?), no me di cuenta de esa repetición. Sí me di cuenta, en cambio, que el libro tiene cuentos formidables, cojonudos (como el que cuentas del surfero al que se le come un tiburón), y otros malísimos, y que por no sé qué casualidad los malísimos tienen nombres de animales. ¿Es paranoia mía? No sé si quieres comentarlo...
No entiendo de filosofía. Me ocurre lo que a ti con la ópera.
¿Filósofo es aquel que habla de cosas que a todos conciernen? Seguro que a los niños de Etiopía les concierne el libro de este señor. Menos mal que esa frase no es tuya (creo) :)
Leí un relato de ese libro de Murakami y me pareció penoso.
Saludos!
Joder, brasa a Murakami. Cogí el último del japonés (After Dark) y lo dejé en la página 25. Algunos relatos del libro que mentáis estaban muy bien, recuerdo, y sí, la traducción deja mucho que desear, y más que nada por el español de no sé dónde que se sacan a veces. Porta y Matsuura tienen copada la traducción del japonés en España, y el idioma mismo. Todo manual de este idioma está escrito por ellos.
Respecto a PIn lo leía en su blog por recomendación tuya. La verdad, cuando se trata de filosofía, ya que estamos, prefiero ponerme de lleno con un peso pesado. Aunque claro, quizá del mundo actual sepa algo más Pin que Platón.
Buenas.
Baquero, entero sólo me he leído este relato (cogí el libro en la biblioteca). Con mi habitual desorden mental, fui leyendo las primeras frases de cada cuento y el único que me he leído es éste. No sé, no acabo de pillarle el gusto a este Murakami. Seguiré intentándolo, porque dicen por ahí que es muy bueno (y Fresán es de fiar, al menos en teoría), pero a mí no me lo parece, la verdad.
Cordón, hombre, lo de los niños etíopes suena un poco demagógico ¿no? A lo que se refiere Pin con esa frase es que los filósofos no se deben ocupar tanto de ¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori? sino de los asuntos fundamentales que atañen al ser humano.
Mabalot, después copio esas frases en el post para que veáis hasta qué punto chirrían.
Pin es continuador acérrimo de las tesis aristotélicas, así que leyéndolo estarás en cierto modo leyendo a uno de los más grandes: el Estagirita (siempre me hizo gracia el gentilicio, casi como Simón del desierto de Buñuel, ¿el estilita?).
¿Nos lo aconsejas a los profanos en la materia, a Pin, entonces?
Un abrazo.
Pozí.
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