Tuesday, February 26, 2008
De noche, la ría
Saturday, February 23, 2008
El puchero humano
Vive el madrileño en confrontación verbal permanente. Gracioso con Lope, majo con don Ramón de la Cruz y menestral en zarzuelas y entremeses, pierde con los años el pelo de la dehesa para lucir su condición urbana de curioso parlante con Mesonero Romanos, o burócrata con Larra. [...]
Tres siglos después de aquella metáfora del puchero, la olla continúa hirviendo. Corte y suburbio, autopista y callejuela, buhardilla y corrala, soledad y vecindario sustancian ese caldo."
(Manuel Longares, La ciudad sentida, Madrid, 2007)
Wednesday, February 20, 2008
Mi blandiblú
Monday, February 18, 2008
La Serenissima
1) la puesta de sol vista desde La Giudecca (allí sentados, la Esfinge y yo, durante horas, con los pies colgando en el aire), con ese horizonte que enseguida parecería una batalla sangrienta de Turner;
2) el gondolero cantante, como un eco que se va apagando con la distancia, perdiéndose en el dédalo de los canales;
y 3) la triste despedida de la laguna, a medida que me iba alejando de ella; porque, como dice R. G., "irse de Venezia es sólo eso, no puede ser más que eso: irse de Venezia y... basta, es decir, es algo que termina, radicalmente, en ese punto".
Saturday, February 16, 2008
Escenas de matrimonio
Friday, February 15, 2008
Francesca y el horóscopo
-Sí, ascendente.
-Pues de mi padre y de mi madre, como todo el mundo...
(PD: Parole di burro era una de sus canciones favoritas. Nos la puso varias veces en clase para descifrar la letra y acabamos sacando todo tipo de interpretaciones -a cual más surrealista- sobre su significado. No está mal. Que paséis buen finde).
Thursday, February 14, 2008
Tuesday, February 12, 2008
Links & News
R.G. con María Zambrano en la Via Appia
LA ESTACIÓN DEL SUR. El final de una obra inacabada. Sólo nos cabe imaginar esa estación abandonada, el amor de los dos chicos, el paisaje de Carmona, el libro de Robert Louis Stevenson... Por habernos robado todo eso, que se diría inolvidable, habría que colgar del palo mayor a Elías Querejeta.
YO ETC. Martín López-Vega regresa a su blog y algunos vamos a empezar a aprender bable.
PAU GASOL. Éste sí que es una persona normal y un tío inteligente y un deportista valioso, no como el idiota de Fernando Alonso. Lo que está haciendo es muy grande.
Saturday, February 09, 2008
Paseos por Madrid
"Ya no es fácil en Madrid mirar al cielo. Hay toda una caballería aérea para cocearos la mirada, cuando no es un ángel exterminador el que os apabulla la vista. En verdad, señores arquitectos, están echando ustedes las patas por el aire".
"Y no se contentan ustedes con ángeles voladores y caballos galopantes para rematar los edificios. Ahí echan ustedes también castillos de juguete, linternas mágicas, columnas de rompecabezas, qué sé yo; sólo faltan los aeroplanos de bronce. Parece que han puesto ustedes al aire libre los desvanes de Madrid, donde en cada casa se guardan los trastos. ¿Por qué tales injurias al firmamento? Ofenden ustedes a esas casas madrileñas, las nubes, las maravillosas nubes; y, sobre todo, ofenden ustedes a nuestras miradas pecadoras. En Madrid, la corte celestial tenía ya un ángel caído, el del Retiro; y la caballería aérea, el magnífico caballo que galopa en el aire de la plaza de Oriente".
(Corpus Barga, Paseos por Madrid, Alianza Editorial, Madrid, 2002)
Friday, February 08, 2008
Thursday, February 07, 2008
La huella indeleble
Hay cosas que pasan. Que le pueden pasar (supongo) a cualquiera. Si es delante de miles de espectadores y queda grabado por la televisión tiene más importancia, sobre todo porque es reproducible, una y otra vez... Y aquel desliz o error de un minuto se estira, como un chicle, hasta el infinito.
Reconozco que me hace gracia, sobre todo el "perfao, por favor" y el "ma me bonita" (y el "no atisbo" también). Pero me entra la duda: ¿está mal reírse? Yo creo que no. Es inevitable en estos casos.
"Lo he lo he perfao, por favor, el decir gracias, porque, es, la, la noch, la mas! me fen, ma me bonita, es la mas exultante de mi vida... bueno no soy, no sé, no sé lo que me pasa, te lo juro que no que no sé no sé lo que me pasa, eeee hay algo que no que no atisbo, de verdad, no sé, yo quisiera decir a vosotros a la profesión maravillosa, yo quería, dejar una huella indeleble, mmm, diciendo gracias, gracias, he pop, he he he parecido..."
Joder, lo que hace la emoción.
Tuesday, February 05, 2008
Un buzón para los ojos
(Aquí, "posando" para mi cámara)
Algunas iban acompañadas de sus hijos, que jugaban al balón y daban de comer pan a los cisnes del lago. No sé si sería por la falta de costumbre (o porque mi sentido del multiculturalismo termina donde empiezan los derechos humanos), pero a mí la visión de aquellas mujeres del burka -que estaban como secuestradas, metidas en una cárcel, condenadas a no ser vistas- me producía una incomodidad muy grande. Quizás la palabra exacta sea desazón, desasosiego. Y un poquito de indignación también, la verdad. Solía ver muchas también en Oxford Street, saliendo de las tiendas caras con mil bolsas en la mano y entrando en cochazos con chófer. Eran como manchas andantes que oscurecían la ciudad con su luto de muertas. Me daban mal rollo, vamos, y hasta un poco de miedo.
Monday, February 04, 2008
Un Madrid futurista
Acodado en el alféizar, veía los veleros amarrados en el puerto y el transbordador de bicicletas que unía Génova con Goya. El Canal Castellana atravesaba la ciudad de norte a sur y ya se había convertido en la principal vía de comunicación entre el centro y el resto de la península. También era un lugar apropiado para depositar a los sabihondos, los entrometidos, los deudores y los bocazas, todos con sus correspondientes zapatos de cemento. La policía lo dragaba cada pocos meses, lo que resolvía aproximadamente la mitad de los casos de desapariciones que teníamos pendientes.
Hacia el sur la ciudad latía como una herida infectada. Casi podía sentir la inflamación, la fiebre y el olor a pus, dulce y deletéreo, brutal y embriagador como el de las orquídeas o el de la carne que se descompone.
Los días claros columbraba el muelle de carga de Puerto Atocha, las esqueléticas grúas y la sombra de la alambrada del primer Precinto, donde los adictos esperaban la muerte y trataban de entrar en calor quemando neumáticos.
Daban verdaderas ganas de beber: no digo más."
Rafael Reig, Sangre a borbotones, Madrid, 2002.