Cogí este libro en la biblioteca el otro día y me lo leí del tirón. En eso ayudan el estilo del autor y que sólo tenga 91 páginas con letra grande y muchas líneas en blanco. Es más un relato largo que una novela corta. Me gustó.
Buscando la foto de cubierta para ilustrar este post, me encuentro con este comentario de un lector indignado, con fecha de 18-01-2008: "Una bazofia. Me pareció realmente malo. Los diálogos son forzados, artificiales... Y es sumamente borgeano, cosa que resta puntos antes de empezar. Por momentos Manguel se quiere hacer el Soriano y no le sale. Los personajes desfilan por las 72 páginas del libro (tapa dura, ¡$32!) con una artificialidad notable. El yo principal, Fabris, es un Dante que recorre el Infierno sin ningún Virgilio que lo guíe. Por eso su desconcierto permanente. Pareciera también una obra de teatro griega new age. 2 puntos."
Imagino que este lector indignado es argentino, y por lo que veo allí no hincharon tanto la edición con espacios vacíos (20 páginas menos que aquí). No sé a cuánto equivalen exactamente los 32 dólares en euros, pero sí parece caro, sí. Lo que yo creo es que este lector tendría que haber cogido el libro en la biblioteca, como yo, y seguro que no le habría parecido tan malo. Lo coges, lo lees del tirón y lo devuelves... habiendo pasado un buen rato. Este señor está indignado más que nada por el dinero que le ha costado, creo yo, no por la calidad del libro. Y cada vez que lo vea en la estantería de su salón le escocerán las entretelas del bolsillo, que es un apéndice muy raro que también tiene su orgullo.
En cuanto a la influencia de Borges, pues supongo que sí (cualquiera que conozca algo de Manguel sabe que es un gran lector, experto y fan de Borges), pero yo sobre todo he visto en este relato la atmósfera de las pesadillas kafkianas (esa realidad absurda, pero real) y un poco también la de los sueños quevedescos (con ese punto de alegoría).
Como digo, es un libro que se lee con placer, con gusto, que ya es bastante. Agradezco que Manguel no haya querido disfrazar su historieta de otra cosa. Ya sabéis que los géneros me dan igual, pero ante la confusión reinante también le gusta saber a uno qué es lo que va a leer: Manguel es sobre todo un gran ensayista literario, sabe muchísimo de libros y literatura, pero cuando se pone a escribir ficción -como en este caso- no nos hace un mejunje facilón lleno de referencias metaliterarias, como nuestro amigo V-M, sino que se atiene a contarnos una historieta de ficción pura y dura, sin más. Sin disfraces eruditos para ocultar la falta de imaginación. Sin trampa ni cartón. (Otra cosa es que el contenido "alegórico" haga referencia evidente a una situación política real: los crímenes de la dictadura argentina).
Eso es arriegarse, eso es ser honesto, eso es literatura. No digo que sea una obra maestra inmortal que vaya a pasar a los anales de blablabla, pero a mí me ha gustado mucho.
En fin, que os lo recomiendo. 8 puntos.
7 comments:
¡El maldito V-M ni siquiera se nombra en tu casa!
:-D
Maldito sea por siempre.
Por cierto, que me lo apunto. De Manguel no he leído nada y, por tanto, soy completamente virgen al respecto.
Un abrazo,
X.
Me apunto la recomendación, señor Conde, pero no comparto el menosprecio a V-M, a quien considero un autor de referencia en la literatura actual. Sin discusión.
Aunque tal vez podamos debatir sobre el tema en una de mis visitas a Madrid. Y si hay que llevar padrinos, pues se llevan ¿eh?
Saludos.
Hola, Xavié. Por si alguien no pilla tu tono de broma, aclararé que aquí no se maldice a nadie. No. Aquí como mucho se ironiza...
Hola, Miguel, ya sé que te gusta mucho Vila-Matas, como a otros asiduos de este blog. Eso es lo bueno ¿no? Que cada uno tenga sus gustos y los exponga. De hecho, te he leído algunas cosas sobre V-M y me gustaría leerte más.
Lo que sí es cierto es que V-M (y por eso supongo que ha salido varias veces últimamente por aquí) se ha convertido en un punto de referencia ineludible de una forma de hacer literatura. Una forma de hacer literatura que, de tanto repetirse, ha acabado agotándose en sí misma. O así lo veo yo. En Navidad me metí tal atracón de V-M que todavía no se me ha pasado el empacho. Debe de ser eso.
En este caso, la minireferencia a V-M venía a cuento porque Manguel es otro apasionado confeso de la literatura (por cierto, os recomiendo a todos sus ensayos "Historia de la lectura", "Biblioteca de la noche", etc).
La diferencia esencial que yo veo entre los dos es que Manguel me parece más un apasionado por los libros, por la lectura, por la Literatura, y V-M me parece más un apasionado por los escritores, por "la vida literaria", cosa que a mí me aburre mucho. Seguramente algunos no estéis de acuerdo con esta impresión mía, o os guste eso.
Bueno, Miguel, espero que pronto podamos charlar de estas cosas tomándonos esas cañas. Y los padrinos podrían ser unas tapitas de algo...
Un abrazo.
De tapitas, nada. San Feliu tiene un padrino como hay que serlo: obeso y serio; entendido en armas de herir y armas de matar y armas de hacer cosquillas. O sea, como si estuviera describiendo al hijo pequeño de mi madre.
Luego ya tomaremos las tapitas que haga falta para restañar heridas.
Me ha gusatado mucho, con-que, la diferencia entre el amor a la literatura y el amor a la "vida" literaria de V-M (que por cierto, nadie piense que es Vázquez Montalbán).
Pero es que, aparte de la literatura, pocas cosas veo tan literarias como los escritores. Son como un atajo.
Todo es susceptible de ser literario. Hasta -si me apuras- los políticos y el huevo frito con patatas. Es cierto que los escritores son un buen tema literario, pero la literatura basada únicamente en eso acaba siendo aburridísima.
A mí el libro de MAnguel me gustó, como también me gustan mucho sus ensayos. Se lee de un tirón, está condenadamente bien escrito y no le sobra nada. ¿De cuántos autores se ouede decir eso? Y To me lo compré, entre otras cosas porque está en la nueva Bruguera y me cae bien, a la par que el autor. Y me gusta también V-M, y otros, lo que no impide que no sea un fan de todo lo que haga cualquier autor. Hay de todo.
Saludos.
Julio, la tuya me parece la actitud correcta de un lector. Se trata de disfrutar leyendo, no de ser un tifosi de nadie. La mayor parte de los escritores tienen de todo (incluido V-M).
Saludos.
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