Thursday, February 07, 2008

La huella indeleble

Hay cosas que pasan. Que le pueden pasar (supongo) a cualquiera. Si es delante de miles de espectadores y queda grabado por la televisión tiene más importancia, sobre todo porque es reproducible, una y otra vez... Y aquel desliz o error de un minuto se estira, como un chicle, hasta el infinito.

Reconozco que me hace gracia, sobre todo el "perfao, por favor" y el "ma me bonita" (y el "no atisbo" también). Pero me entra la duda: ¿está mal reírse? Yo creo que no. Es inevitable en estos casos.

"Lo he lo he perfao, por favor, el decir gracias, porque, es, la, la noch, la mas! me fen, ma me bonita, es la mas exultante de mi vida... bueno no soy, no sé, no sé lo que me pasa, te lo juro que no que no sé no sé lo que me pasa, eeee hay algo que no que no atisbo, de verdad, no sé, yo quisiera decir a vosotros a la profesión maravillosa, yo quería, dejar una huella indeleble, mmm, diciendo gracias, gracias, he pop, he he he parecido..."

Joder, lo que hace la emoción.

15 comments:

Anonymous said...

uf, pues a mí me lo hizo pasar mal, la verdad, me angustiaba esa incapacidad de pronunciar lo que quería decir. Yo más que risas tenía sudores.

AROAMD said...

a mí me ha dado un ataque de risa así de mañana, en pijama, que se me ha encadenado a uno de tos... y he pagado el reirme del honorable...

no se estaría quedando con el mundo!!!???

desconvencida said...

Supongo que es algo que nos puede pasar a cualquier alguna vez en la vida...

M. said...

Sigo pensando, como ya expuse con pruebas en mi blog (sí, qué pasa: yo aquí he venido a hablar de mi blog), que ahí hay un grandioso homenaje al landismo. Y un homenaje que Landa, inteligente, ha querido enfocar hacia el gran histrión de su propio movimiento: Ozores.

conde-duque said...

Lene, supongo que si lo hubiese visto en directo también me habría pasado eso, pero así, en diferido y por internet, resulta menos angustioso.

Aroa, yo también pensé por un momento que se estaba quedando con el personal, porque me parece demasiado exagerado. No es normal.

Descon, espero que no nos pase eso nunca. Hombre, sí, se suele decir eso porque nos da un poco de penilla, pero la verdad es que a nadie más le ha pasado, y menos así, tan exagerado.

Manuel, puedes hablar de tu blog. Les recomiendo a todos que vayan (aquí, a la derecha el enlace, con su antiguo título: "El escritor fácil")

conde-duque said...

Habría que hacer una encuesta nacional sobre los efectos que produce en cada uno esta intervención de Alfredo Landa (que ya va a pasar a los anales de la hª de la tele):
-¿Vergüenza ajena?
-¿Angustia?
-¿Pena?
-¿Descojone?
-¿Nostalgia por Demóstenes?
-¿Sonrisa, risas, carcajada?
-...

Lo que está claro es que si Landa pretendía dejar "huella indeleble", lo consiguió.

Lara said...

La mujer tiene una cara de estar diciendo: dios mío...

A mí me entra un poco de todas esas cosas que has enumerado arriba...

(pero tienes un punto cabroncete, que el hombre luego se disculpa...)

conde-duque said...

Es verdad, por lo menos se da cuenta y pide disculpas... Eso hay que reconocérselo.
Claro que la única alternativa era ponerse a ladrar o pegarse un tiro o algo así.

En cuanto a lo otro, ahí estaba mi pregunta del principio: si nos reímos de esto, ¿es que somos mala gente? No sé, no creo. La vida da pocas oportunidades para reírse, y hay que aprovecharlas.
Un poco cabroncete, sí, vale, aunque imagínate el jugo que le habrían sacado los del Tomate (si todavía existieran), hablando de la belleza de la mujer y de la hija, etc.

Miguel Sanfeliu said...

Supongo que se presta a la risa, pero yo admito que sufrí cuando lo estuve viendo, porque pensé que el hombre iba a caer de un momento a otro, pensé que le estaba dando algún tipo de ataque... También la mujer parece asustarse. Y José Sacristán, que quería sacarlo de allí, también muy agobiado. Me han dicho que el episodio aún fue más largo, que duró casi diez minutos, pero que en televisión, aprovechando que retransmitían la gala con cierto retraso, lo recortaron. En fin.
Un saludo.

M. said...

Sinceramente, yo pensé lo que Miguel. Los desplomes de Fraga también eran precedidos por la repentina invención de un idioma propio, como extraterrestre.

M. said...

Y a propósito de Sacristán, yo una vez escribí en mi blog...

conde-duque said...

Miguel, yo también he oído eso de que lo cortaron. Supongo que visto en directo tiene que agobiar, porque piensas que le va a dar un patatús, pero -ya digo- viéndolo después, sabiendo que al hombre no le ha pasado nada, pues es bastante cómico...
De todas formas, a mí me parece raro que todo sea de nervios. Yo creo que más bien se deció de tomar un tranquilizante que le sentó mal, no sé. Pero esto ya es especular.

Manuel, desde que yo tengo uso de razón Fraga siempre ha tenido un idioma propio, ininteligible.

M. said...

Pero se dice que, cuando le llegaba el parrús, empezaba a hablar ese idioma que dices... al revés.

princesa del vértigo said...

Para mi ha sido angustioso, se me han pasado por la cabeza casi todas las opciones que habéis mencionado más arriba. Pero lo que me ha removido es la incómoda sensación que tengo desde hace algún tiempo de que vivimos un momento en el que todo queda recogido en una memoria universal de la que no puedes escapar. Nuestra memoria hace una selección natural de las experiencias que no te interesan recordar, como protección, creo yo, puesto que no recordar realmente es como no haberlo vivido. Pero hoy en día cualquiera tiene al alcance de su mano medios para poder recordarte, aunque no quieras, situaciones que preferirías no haber pasado nunca. Videocámaras, móviles, grabadoras, aparatos mil de todos los colores y tamaños, te acechan en cualquier esquina para captar todos tus movimientos, palabras...¡me parece algo espantoso, como una novela de ciencia ficción!
No sigo, porque me estoy asustando a mí misma. Quise escribir sobre esto en mi blog pero todavía no consigo volver a plasmar mis sentimientos y emociones por escrito. Creo que esto que estoy poniendo aquí es lo primero que escribo en mucho tiempo. Estoy en ello.

"Me sorprendió el pensamiento de que cada palabra que decía, cada expresión de mi rostro o movimiento de mi mano duraría en su memoria implacable; me volví torpe debido al miedo de hacer gestos sin sentido".
Funes, de Jorge Luis Borges

Un saludo (observo todos tus movimientos desde hace tiempo...)

conde-duque said...

Princesa, me alegra que te puedas explayar aquí. Yo encantado.
Lo que dices es muy interesante. Se merece más que un post, incluso una novela...
Qué miedo que me observes desde hace tiempo. Habré quedado en evidencia.