La flema, sobre todo cuando presenta una textura compacta y viscosa, es como un alien que tienes ahí pegado a la garganta. ¡Qué placer tan inmenso proporciona sacártelo de encima gracias a un estornudo oportuno o a un estratégico golpe de tos!
¡Cuán orgásmico momento ver al extraterrestre verdoso saliendo de tu boca y viajando por los aires como un misil tomahawk! ¡A eso se le llama liberarse! ¡Qué gustazo, dios!
Para que luego digan que la felicidad es un ideal inalcanzable...
Y hablando de cosas agradables (y/o de aliens), ¿a que Sarkozy es clavadito a J. J. Santos? Véase.
2 comments:
Un amigo mío dice siempre en estas circunstancias, sobre todo al expulsar el sólido elemento: "Muere, flema", al tiempo que la pisa. Hay que ver qué escatológicos estamos.
Saludos
La verdad es que es una guarrería de entrada, pero tengo un catarrazo que no veas.
Y las flemas son aliens, sí.
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