Tuesday, March 31, 2009

Las estaciones de la Tabla Redonda

"Con este signo de noble aventura empezó Arturo el año nuevo, ansioso ya por escuchar las promesas que prometía. Si al principio, cuando se sentaron a la mesa faltaban comentarios de esta clase, ahora tuvieron todos sobrado motivo de conversación. Gawain había estado alegre al empezar aquellos juegos; pero no os extrañéis de que al final se le viera taciturno, porque si bien los hombres se sienten animados y alegres después de haber bebido copiosamente, un año pasa pronto y nunca concluye igual: rara vez concuerda el final con el principio. Y así pasó la Pascua y el año que a ella seguía, y corrieron las estaciones una tras otra en rápida sucesión. Después de la Navidad llegó la severa Cuaresma, que prescribe para el cuerpo pescados y alimentos austeros. Luego vino el tiempo que combate al invierno en el mundo: el frío mengua y retrocede; las nubes se disipan, la lluvia brillante se derrama en cálidos aguaceros sobre los campos y se abren las flores; la hierba y los árboles se visten de verde; las aves se afanan construyendo sus nidos y cantan animadas a la espera del dulce verano que ya no tardará; las yemas y los capullos se hinchan y revientan en alegres y espléndidos colores, y una música gloriosa se difunde por el bosque".
(Sir Gawain y el Caballero Verde)

2 comments:

Miguel Baquero said...

Me encanta la literatura medieval. De vez en cuando, entre toda la papelería del presente, coger un viejo libro sobre el rey Arturo, los nibelungos o el mito de Roldán...

conde-duque said...

El mejor (de los que he leído) es "La muerte del rey Arturo" de Thomas MALORY.
Os lo recomiendo.