"Con este signo de noble aventura empezó Arturo el año nuevo, ansioso ya por escuchar las promesas que prometía. Si al principio, cuando se sentaron a la mesa faltaban comentarios de esta clase, ahora tuvieron todos sobrado motivo de conversación. Gawain había estado alegre al empezar aquellos juegos; pero no os extrañéis de que al final se le viera taciturno, porque si bien los hombres se sienten animados y alegres después de haber bebido copiosamente, un año pasa pronto y nunca concluye igual: rara vez concuerda el final con el principio. Y así pasó la Pascua y el año que a ella seguía, y corrieron las estaciones una tras otra en rápida sucesión. Después de la Navidad llegó la severa Cuaresma, que prescribe para el cuerpo pescados y alimentos austeros. Luego vino el tiempo que combate al invierno en el mundo: el frío mengua y retrocede; las nubes se disipan, la lluvia brillante se derrama en cálidos aguaceros sobre los campos y se abren las flores; la hierba y los árboles se visten de verde; las aves se afanan construyendo sus nidos y cantan animadas a la espera del dulce verano que ya no tardará; las yemas y los capullos se hinchan y revientan en alegres y espléndidos colores, y una música gloriosa se difunde por el bosque".
(Sir Gawain y el Caballero Verde)
2 comments:
Me encanta la literatura medieval. De vez en cuando, entre toda la papelería del presente, coger un viejo libro sobre el rey Arturo, los nibelungos o el mito de Roldán...
El mejor (de los que he leído) es "La muerte del rey Arturo" de Thomas MALORY.
Os lo recomiendo.
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