Sé algo de la tierra y sus gentes. Conozco aquélla en su ternura y en su dureza, he andado sus caminos, he descansado mis ojos en su hermosura. Los cierro y la tengo ante mí. Tierras duras, alberos y polvillares, breves bugeos, largos cubriales; aquí se riza una loma, allá se quiebra una cañada, se extiende una albina, tiembla un sisón de vuelo lento. Todo el campo vuela pausadamente. Las herrizas se coronan de coscojas, aquí una encina huérfana canta una historia. Las encinas solitarias son los dientes que le quedan al campo para mascullar una historia de montes sonoros con grandes encinas y muchas jaras, con sombras apartadas y rincones que nadie había hollado, cuando reinaba la alimaña y tenía libertad la primavera.
(José Antonio Muñoz Rojas, Las cosas del campo)
Pues allá que me voy unos días: al campo. A un paraje recóndito y montañoso de la provincia de Jaén. Según me cuentan mis amigos, no hay sombra de seres humanos en varios kilómetros a la redonda. Llevamos comida y bebida suficiente para saciar a un regimiento de cosacos. ¿Qué más se puede pedir?
A ver si de paso consigo reducir un poco mi ignorancia y aprendo qué significa polvillares, bugeos, cubriales, sisón, herrizas o coscojas... que es que no tengo ni repajolera idea. En cuanto me sacan de mis calles asfaltadas, llenas de edificios, muchedumbres y polución, me convierto en un paleto total. No sé diferenciar unos árboles de otros, y los nombres de los pájaros me suenan a entes de ciencia-ficción. Prometo traer algunas historias y fotos a la vuelta.
11 comments:
En Jaén, además de otras cosas, verá miles y miles de olivos. El campo será una preciosidad, tal como ha llovido en las últimas semanas.
Que disfrute.
jaja,a mi me pasa lo mismo cuando voy al campo... pásalo muy bien, no hay nada mejor que una casa aislada en medio del campo con tus amigos para desconectar del ajetreo urbano...
Incluso sobran los amigos.
Ya de vuelta. Ha sido un gran fin de semana: buen tiempo, paisajes preciosos, fiesta, paseos por la montaña... Y los cosacos se han puesto finos.
Daba gusto tumbarse a la intemperie por la noche y contemplat los millones de estrellas que por aquí nunca vemos.
Daba gusto salir por la mañana de la oscuridad de la casa con las legañas pegadas y dejarse deslumbrar por el verde de las plantas y saludar a las salamandras y acercarse al manantial a quitarse la sed...
Me ha llamado la atención la referencia a Muñoz Rojas. Tengo el libro. Me lo regaló un amigo hace unos años y disfruté mucho con su lectura. Esperamos el cuaderno de viaje.
Un abrazo.
Hola, Diarios. Es un gran libro el de Muñoz Rojas. Aunque no entiendo la mitad del vocabulario campestre, se disfruta el homenaje a la vida rural...
Gracias por visitar mis dibujos y enhorabuena por tu blog. Si te interesa Ramón, hay unas jornadas el semana próxima en Madrid. Puedes ver el programa en:
http://ramongomezdelaserna.blogspot.com/
Un saludo
¡Ya has vuelto???
Ando sin internet en casa y estoy perdida (por el monte y las malas hierbas de mi jardín). Me acerco a tu sitio y veo una foto que me impacta y un anuncio de que te vas a jaén. Como Jaén es un sitio que está lejísimos de todo, pienso: va a haber fiesta en casa Conde. Pero no: ¡ya has vuelto!
Un beso fuerte...
Gracias a ti, David. Pues sí, soy ramoniano de toda la vida. Ahora miraré lo de las jornadas...
Hola, Lara. Yo ya he tenido suficiente fiesta este finde, pero si quieres montamos otra.
Me consuela comprobar que no soy el único que no entiende medio párrafo de Muñoz Rojas.
Me alegro de que hayas disfrutado.
Me encanta este libro. La de veces que lo habré regalado... ¿No nos conoceremos, verdad "diarios"?
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