Yo sé lo que es el frío. El frío es ir de caza por el bosque y correr entre la maleza y saltar sobre los arbustos y atravesar los caminos nevados y escalar las laderas del monte y esquivar los troncos de los árboles y de repente sentir que te persigue el aliento de los perros y que están cerca, muy cerca, cada vez más cerca, y oír las voces de los hombres a tu espalda, cada vez más excitados, más sanguinarios, más hambrientos, y saber que por mucho que corras, por mucho esfuerzo que pongas en la huida, acabarás siendo abatido por las balas, colgado de una viga y troceado para enriquecer un guiso. Darte cuenta de que la caza eres tú. Eso es el frío.
El frío es saber que ya estás muerto, aun cuando estés huyendo, aun cuando sigas vivo.
El frío es saber que ya estás muerto, aun cuando estés huyendo, aun cuando sigas vivo.
9 comments:
Excelente microrrelato. El frío, qué duda cabe, es un buen tema literario.
De frío a frío y tiro porque me toca. Gracias, don Ariza.
A mí también me ha gustado mucho, Conde. Definitivamente te has soltado con esto de los micros.
El frío debe ser también parecido al final de aquel pequeño episodio de Hitchcock en el que un preso extorsionaba al sepulturero de la cárcel, amenazándolo con matar a su familia, para que lo metiera en un ataúd cuando muriera alguien y después lo sacara de la tumba (si no, tu familia morirá) y cuando encendía la llama de un mechero para ver si el agujero por el que respiraría hasta que vinieran a por él estaba hecho (haz un agujero y mete un tubo para que me llegue el aire) descubría que el cadáver con el compartía tumba era el del mismo viejo que tenía que sacarlo de allí (nononononononooooooooooooo).
¿No?
:-D
Un abrazo,
Conde
Hola, Xavie. En realidad este micro lo escribí hace un par de meses o por ahí, pero ayer lo resucité al recordar un poema de J. M. Benítez Ariza titulado igual (frío llama a frío).
Creo recordar ese episodio de Hitchcock (qué bueno... y qué frío). Veía esa serie de pequeño y tengo imágenes en nebulosa, como aquel en el que le cortaban los dedos de la mano (uno a uno) en un bar de carretera, o aquel en el que a uno le pasan mil peripecias (le secuestra la poli, etc) y al final resulta que era una broma por su cumpleaños (y le da un infarto cuando todos gritan ¡¡¡Sorpresa!!!). Lo que no sé es si esos eran de Hitchcock o él sólo los presentaba, porque últimamente en Telemadrid han puesto algunos episodios malísimos de "Alfred Hitchcock presenta" que no son de él.
Un abrazo. Y gracias.
Esto me suena...
Un beso!!!!!!!!!!!!
Pues sí, Lara. Para ti es repe.
El mejor era tu frío: inolvidables aquellas cajas amarillas...
Besos.
Qué bien... día de taller... y frío de taller... me gusta, me gusta, me gusta...
Besos
K
A mí también me ha gustado mucho, Conde.
Conviertes el frío en escalofrío.
Un abrazo.
Gracias, K y DR. Abrigaos!!!
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