Sunday, May 25, 2008

Parejas


Estoy leyendo el nuevo libro de José Manuel Martín Peña, nuestro Luz Tenue. Son once relatos que tratan sobre el mundo de las parejas.
La seña de identidad de JMMP es la sencillez. Escribe con estilo sencillo historias cotidianas sobre gente corriente y moliente a la que le ocurren hechos nada extraordinarios. Pero que nadie se equivoque: lo sencillo no tiene nada que ver con lo fácil. Más bien es al contrario.
Lo que consigue JMMP, como se suele decir de los grandes futbolistas, es hacer que lo difícil parezca muy fácil. Porque escribir bien (sin caer en excesos retóricos, cursiladas o pedanterías) creando personajes vivos y emocionando al lector no es nada fácil; o al menos eso parece al hojear un poco los libros que abarrotan las mesas de novedades y que desprenden olor a cadáver. Y los menos pretenciosos suelen ser los que llegan más lejos, los que cavan más hondo.
Si en Zeppelin JMMP hacía un repaso escueto y brillantísimo de momentos y compañeros de infancia y de juventud en un barrio periférico, en Parejas se ocupa de hombres y mujeres maduros (en torno a los 40) que pertenecen a distintas subclases de la clase media: triunfadores profesionales derrotados en lo más íntimo, matrimonios que se ahogan en el torbellino de los hijos y la hipoteca, parejas con secretos y mentiras que afloran en cuanto se hurga un poco en el felpudo, relaciones que se acaban, gentes que arrastran su fracaso diario entre la ciudad y el campo… Un mundo frágil, desencantado, en general rutinario y gris, a veces -por eso mismo- terrorífico, muy lejos de los sueños y aventuras que adornaron la juventud, una carrera de fondo agotadora con una meta repetida cada fin de mes y su pequeño dios omnipresente: la Hipoteca.
Hay un párrafo que ilustra a la perfección los miedos de un padre en paro (que no consigue trabajo por muchos currículos que envíe). Pocas veces puede uno leer cosas tan reales como ésta:
"Estamos a un paso de la miseria. Puedo verla. Está ahí, cerca de nosotros, nos persigue. La miseria es un estado de ánimo. La miseria es mirar con rencor las cartas que nos envía el banco, y no abrirlas. Es ver que los pantalones les quedan cortos a las niñas y desear que no crezcan tan deprisa. Es pensar en la palabra hipoteca como en un hacha. Estamos tan justos que no sé qué vamos a hacer si se nos rompe el televisor, por ejemplo. No podremos comprar otro. No sabremos entretener a las niñas. Están en una edad en que necesitan referentes. En qué espejo se mirarán. A falta de televisión fijarán su atención en nosotros, en mí, en cómo soy, y entonces me despreciarán. Despreciarán al rey del currículo".
Es una realidad triste se mire como se mire, pero es lo que hay, ocurre en muchos hogares y eso es lo que piensa mucha gente al levantarse. ¿Por qué la literatura no suele ocuparse de estas personas? ¿Acaso los escritores lo consideran un tema menor?
Destaca la habilidad de JMMP para clavar en dos frases a un personaje: su forma de ser, su carácter, sus ambiciones, su pasado, sus miedos… quedan reflejados en un detalle bien visto. Genial. Y al leer estos relatos uno percibe cómo bajo la superficie de la "normalidad" se van abriendo multitud de grietas y extrañezas (en esto me recuerda a Raymond Carver).
Todavía no lo he terminado de leer (afortunadamente dura más que Zeppelin) pero os lo recomiendo vivamente. Lo que es una lástima es la edición (¡echa uno tanto de menos el buen gusto de Pre-Textos!). JMMP se merece mucho más. Con la cantidad de editoriales pequeñas de calidad que han surgido en los últimos tiempos, no entiendo cómo alguna no ficha a este hombre.
Para conseguir el libro hay que decir una contraseña en la librería: “Breogán” (que es el nombre de la distribuidora). Si no no te dejan pasar al universo de JMMP, cosa que merece muy mucho la pena.

6 comments:

Miguel Sanfeliu said...

Pues hay que buscar el libro. Supongo que en la nueva librería de Madrid dedicada al cuento, "Tres rosas amarillas", se podrá encontrar. Si no, habrá que pedirlo.
Me contagiaste las ganas de leerlo.
Un abrazo.

antígona said...

Parece apetecible. Lo buscaré.

A. C. said...

Viva el realismo. Además, ganar un premio en Coria, con la casa de las persianas verdes vigilando (y con Ferlosio dentro) tiene su aquel. Lo pones ciertamente apetitoso.

Miguel Baquero said...

Yo me encontré con este autor en Zeppelín y la verdad es que me dejo fascinado. Ahora mismo me pongo a la búsqueda y captura de este libro. Promete mucho

conde-duque said...

Hola a todos. Me alegro de haberos transmitido ganas de leer el libro. Seguro que lo disfrutáis.

Anabel Rodríguez said...

Sí, tu sigue así, que cuando no llegue fin de mes por comprar libros, ya te diré. En vez de hipoteca, le voy a poner tu nombre a mi miseria. ¡ja, ja!.
Más en serio, creo que los consejos que sobre lectura se ofrecen en muchos blogs (este, el de Miguel San Feliu, el de Brujaroja...), son fascinantes, y acertados.
Saludos