Todo el día buscando una palabra, una sola palabra, pero nada, no sale nada. Ni una gota; estás seco. Sólo un nudo de angustia en la garganta, dolor -imaginado- por la ausencia.
Lo más indigno de ser hombre: la mentira hecha tiempo, la traición de las horas, día a día... Tres años de vacío en el recuerdo.
Y, mientras tanto, todos gritan. ¡Qué pena que no sea eterno el minuto de silencio!
1 comment:
Debería haber sido un silencio de todos, pero últimamente nuestros políticos están cogiendole el gusto a pelearse bochornosamente...
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